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Durante el camino miraba por la ventana ansioso de llegar, cerré mis ojos mientras imaginaba cómo podría lucir ella en persona

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Durante el camino miraba por la ventana ansioso de llegar, cerré mis ojos mientras imaginaba cómo podría lucir ella en persona. Podía sentir como mi lobo empezaba a ponerse inquieto y sin darme cuenta empecé a soltar mis feromonas, algo que suelo hacer cuando no puedo controlar mis nervios.


- ¿Pasa algo? - preguntó mi hermana mientras me miraba.

- No. - dije mientras respiraba lentamente.

- ¿Estás seguro? Te noto algo tenso.

- Si, no pasa nada. - Sonreí.

- Si tu lo dices...

- Oye, ¿te puedo preguntar algo?

- Sí dímelo.

- ¿Dónde voy a dormir?

- Oh, sobre eso.. Tu vas a dormir en la habitación de invitados con Yi Seo.

- No creo que sea buena idea.

- ¿Porqué?

- Pues soy un alfa y ella es una omega. Además, quizás se sienta incómoda que duerma con ella en la misma habitación.

- Pues, no puedes dormir conmigo. Woong y yo dormimos juntos y no podemos dormir los tres en la misma cama. Además, tampoco dormirás en el sofá. - habló. - A ella no le va a importar créeme.

- Si tu lo dices... - dije aun no convencido sobre su respuesta.

Al llegar a su casa mi corazón empezó a latir rápidamente, apenas entramos a la casa mis sentidos se agudizaron al sentir el aroma de la omega. Un aroma dulce de fresas y vallas inundaron mis fosas nasales, mire a los alrededores en busca de ella.

- ¿Curioso? - sonrió mi hermana.

- Un poco, es que el aroma de ella es delicioso.

- No eres el primero en decir eso.

- ¿Ella está aquí? - pregunté tímidamente.

- Si, debe de estar en la habitación. Ella es un poco introvertida, le cuesta socializar con los demás.

- Está bien. - empecé a seguir el aroma hasta llegar a la habitación, dudé unos segundos antes de abrirla. - Hola.

Al entrar a la habitación mi mirada se posó sobre la pequeña omega la cual estaba arreglando la cama, ella levantó la mirada y me dedico una sonrisa algo tímida.

- Hola... debes ser Hoseok, ¿verdad?

- Si, soy yo. Un gusto conocerte. - dije mirándola atentamente, note que sus mejillas habían tomado un color rojizo, por lo cual decidí mirar a otro lado para no hacerla sentir más incómoda. - Parece que dormiremos juntos. - reí nerviosamente.

- Si...

- Si te molesta, yo puedo dormir en la sala. Entiendo que quieras tu espacio personal y que quieras privacidad.

- No, no se preocupe. Además, este es el hogar de su hermana, no puedo hacer que duerma en la sala, cuando debo ser yo la que debería de hacerlo.

- No sería muy caballeroso de mi parte dejarte dormir en el sofá. Además, que sea mi hermana no es una excusa para que duermas en la sala.

- ¿Entonces qué hacemos?

- Pues nose la verdad.

El ambiente se volvió un poco incómodo, la verdad me sentía nervioso de compartir la habitación con ella. Sun-hee había sido la única omega con la cual había convivido casi toda mi vida, por lo cual compartir la habitación con Yi Seo, se me hacía todo un reto.

- La verdad no me molestaría compartir la habitación con usted.

- ¿Enserio? - dije incrédulo

- Si, pero si usted no se siente cómodo en ese caso me iría a dormir a la sala.

- No para nada, no me molesta en lo particular. - dije sonriéndo le tímidamente.

Al conectar las miradas ambos, juro que pude sentir una descarga eléctrica por todo mi cuerpo y a mi lobo desesperarse por estar cerca de ella. Mordí mi salió tratando de controlarme para no seguir mis impulsos y que mi lobo tomará el mando.

- Déjame ayudarte. - dije mientras me acercaba a la cama. - Sabes me encanta tu aroma, es muy agradable. - Sonreí.

- Muchas gracias, también tu aroma también es agradable.

Ambos nos sonreímos tímidamente, al estar a su lado una sensación cálida y agradable se apoderó de mí. Mi lobo estaba tranquilo y relajado, al igual que yo.

Quizás no sería tan malo tener compañía estos días después de todo.

Quizás no sería tan malo tener compañía estos días después de todo

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𝐔𝐧𝐚 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚; 𝐉. 𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora