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Jungkook sintió los labios secos, no podía ni imaginarlo, le estaba pidiendo algo imposible.

Pero su padre no dejó de hablar; —estarás en el castillo con ellos siempre, tienes un excelente entrenamiento y matar a Taehyung debería ser sencillo debido a su evidente poca condición física ... —

Lleno de osadía interrumpió. —padre, no deberíamos subestimar al príncipe Taehyung.— puso ambas manos en el escritorio.

—no lo subestimo, pe-.— Namjoon volvió a ser interrumpido, levantó las cejas de la impresión.

además en todo el tiempo en el que he convivido con él, sé que sería incapaz de hacer algo como eso, respeta a Eunha, es amable, cálido y considerado, puedo defender con mi vida mi postura sobre él.— bastante firme.

Namjoon se puso de pie, pasó sus brazos por detrás. —cuida la forma y el tono en el que te diriges a mí.— amenazante.

Jungkook se hizo un paso atrás y recuperó la postura.

me sorprende la manera en la que te lo haz tomado personal, no te ordené que salgas de éstos aposentos y vayas a matarlo, he pedido que te encargues de proteger tu linaje el cuál debería perdurar hasta el fin de los tiempos.— Namjoon sujetó la daga, caminó alrededor del escritorio quedando frente a su hijo y se la otorgó en la mano.

Jungkook bajó la mirada, apretando el mentón asintió.

y ahora lárgate antes de que te reprenda por tu osadía al dirigirte a mí.— Namjoon dijo acercándose a su rostro.

Su primogénito se apartó, hizo una reverencia y salió de los aposentos sosteniendo la daga fuertemente entre su puño. Prácticamente corrió a su habitación, donde al entrar con un gruñido la aventó al suelo, después de dar un par de vueltas se clavó en el mismo.

Podía obtener la tranquilidad de saber que tal necesidad jamás llegaría, conoce a Taehyung, sabía que es un príncipe justo, amable y no trataría así a su hermana menor. Así que después de meditarlo pudo quitarse lo tenso y reconoció que haber expuesto sus sentimientos no fue lo más inteligente, tendría que tener más cuidado, mucho más cuidado.

Un día previo a la boda, los Ahn se encontraban de visita en el reino de los Kim.

Jin los había invitado, los reyes y reinas se encontraban en la sala principal conversaban sobre los frutos que los tratos que formaron en la primer visita habían dado, aparte de una bella y cómoda convivencia.

Por otro lado, Leeteuk había llevado a los aún jóvenes a dar un paseo por el mercado.

Mientras Taehyung y Hwasa estaban en un puesto de libros, conversando y debatiendo cuál era mejor, Hoseok estaba de brazos cruzados al lado de Leeteuk, con una mueca formándose en sus labios.

¿sucede algo, jóven Hoseok?— Leeteuk susurró.

¿crees que le he hecho algo malo a la princesa Hwasa?— lo miró y cambió esa expresión por una preocupada.

Leeteuk frunció el ceño. —¿por qué cuestionarías algo como eso?—

—ha estado evitándome, ni siquiera me mira cuando le hablo y no se diga de responderme la palabra.— bajó más la voz.

Prohibido ➽ [KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora