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Noviembre había terminado, el frío de Diciembre comenzaba a cubrir la linda mañana de éste día.

Terminó la clase que Jungkook le impartió a los niños del pueblo, Taehyung lo acompañó hoy a darla.

Venían caminando juntos de la mano con sus abrigos, nadie los observaba pues estaba aislado. Jungkook tenía su morral en la espalda y miraba a Taehyung quien comentaba sobre lo que les instruyó a los niños. —han aprendido tan rápido que es sorprendente, comenzaste con múltiplos.—

—son chicos brillantes, a la mediante serán grandes comerciantes.— Jungkook respondió con una sonrisa, hablando directo desde sus esperanzas.

Taehyung asintió, acercándose más a su brazo, recagarando su rostro en su hombro. —tu grandeza es de lo que más me enamoró de ti, tienes un don natural para todos los talentos ¿cómo puedes ser real?— levantó el rostro y lo miró, esperando respuesta.

El príncipe Jeon estaba ruborizado. —¿cómo puede ser que llevemos tanto tiempo juntos y aún sigas provocando pena y nervios en mí? —

Kim se detuvo, tomó la mejilla de Jungkook y lo atrajo para besarlo. Besarlo siempre se sentiría como la primer vez, toda esa chispa y felicidad escondida en un segundo que hacía parecer el tiempo relativo.

Terminaron de besarse y siguieron caminando de la mano, Jungkook sólo lo disfrutó.

El viento soplaba fuertemente y tiraba una que otra hoja, el frío hacía que su nariz se pusiera tenuemente rosa y la mano de Taehyung era tan tibia. Pensando en cuánto tiempo más tendrían juntos, cuánto más podría mirarlo y poder sostener su mano, porque no hay nada seguro en la vida, no hay nada concreto, podía asegurar era su propio corazón el cuál él sabía que latía sólo para Kim y siempre sería sólo para él. Es lo único que podía saber que sería así; amaría a éste chico hasta el final de sus días.

Soltaron sus manos al acercarse al castillo negro y entraron juntos, dejando sus abrigos en el perchero junto a la gran puerta. —¿tienes hambre?— Jungkook.

sí, debimos desayunar antes de irnos.—

—¿te parece si llevas dos libros a mi habitación y yo la merienda? así podemos leer y desayunar juntos sobre mi cama.—

Taehyung sonrió ampliamente y asintió, se dirigió rápidamente para la biblioteca.

Jungkook camino al Harem, donde también se encontraba la cocina, se metió directamente ahí y ordenó unos deliciosos bocadillos y aperitivos, en cuanto se los entregaron fue a sus aposentos donde Taehyung ya lo esperaba sobre la cama con dos libros.

Le entregó el suyo y comían mientras cada uno leía individualmente en silencio.

El tiempo se pasaba volando, habían terminado de comer, Jungkook estaba acostado estirando uno de sus brazos donde Taehyung recargo su cabeza pero no dejaban de leer.

Pasaban un buen momento en compañía del otro.

Namjoon estaba en su oficina. Haciendo su pasatiempo favorito, tallando joyas.

Le daba forma a un zafiro azul, el cuál haría anillo para sí mismo, pensó en el anillo que le había visto a Taehyung, conocía esa técnica de lijado, esa forma particularmente.

Prohibido ➽ [KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora