L'Obssesion de la Mort.

Douze

Observe las paredes blancas de mi nueva habitación, no había absolutamente nada en ellas ni siquiera una ventana, luego fijé mi vista en mi hermano que se encontraba de pie a un lado de la puerta, su mirada estaba fija en el suelo y no había mencionado ni una palabra desde que habíamos llegado.

Luego miré al hombre junto a él, vestia una camisa azul,un suéter café pantalones del mismo color y lentes, también traía una bata blanca, parecia un médico.

Las cosas habían ocurrido de la siguiente forma luego de desmayarme en el baño de mi casa desperté en el hospital un par de horas después, los policías hicieron preguntas, los médicos me examinaron y mi hermano sólo estaba preocupado.

Un par de días pasaron y se realizó un juicio, no había culpables, ni pruebas, nada y todos me observaban como si yo fuera el acusado.

Nadie me creyó cuando dije que caí de un precipicio y nadie creyó cuando dije que recordaba solo paredes grises con pinturas colgadas de ellas,nadie creyó en mí porque no podía recordar nada más que eso, además los doctores decían que era imposible que hubiese caído al mar desde un lugar tan alto y seguir con vida y más aún sin ninguna marca o herida en el cuerpo.

Era imposible que mi historia fuera cierta y era más fácil decir que estaba inventando cosas, que era un chico con problemas y sólo quería atención.

Luego Jimin habló de mis ataques de pánico, las visiones, los gritos y las constantes noches de sonámbulo que solía tener.

Aquello fue más que suficiente para que el juez pidiera un test psicológico, test que me negue a responder, pero aún así me habían enviado a aquella "escuela/reformatorio" que parecía más un hospital psiquiátrico de alta seguridad.

-Espero te sientas cómodo en este lugar, deseamos hacer todo para que te sientas lo mejor posible-la enorme sonrisa que cargaba el hombre me hacía dudar completamente de su palabra.

Sonreí de la misma manera, con falsedad y respondí con sarcasmo- Sólo espero que la camisa de fuerza no me quedé tan ajustada.

La sonrisa del hombre desapareció y Jimin por fin alzó la mirada.

-Jungkook...- pretendía reprenderme pero sólo bastó que me mirará a los ojos para que quedara en silencio.

Él se sentía culpable.

-Tranquilo esto no es tu culpa-volví mi mirada al hombre a su lado y lo observe con asco-Voy a estar bien,aquí harán todo para hacerme sentir mejor, tal vez así deje de inventar tantas cosas.

-Tienen 5 minutos-mencionó el hombre, esta vez no parecía amable ni portaba aquella despreciable sonrisa ,salió de la habitación y me dejó a solas con Jimin.

-Al qué van a encerrar aqui es a mí no sé porque tienes esa cara-era un mal chiste pero necesitaba animar un poco a mi hermano.

Él me observó,intentó darme una sonrisa pero sólo quedó con una mueca.

-Lo siento tanto,esto es mi culpa-sonaba apenado, realmente parecía culpable de algo,se veía derrotado pero él no había hecho nada malo.

-Está bien nada de esto es tu culpa, tú no eras quien me violaba cuando era pequeño, no eras quién metía mi cabeza en la bañera para que aprendiera a comportarme,no eras él que me golpeaba hasta que no me quedaban fuerzas para seguir llorando-era la primera vez que me atrevía a decir aquellas palabras en voz alta pero debía hacer algo para que Jimin ya no se sintiera culpable-Tú me cuidaste, me amaste, me alimentaste, intentaste hacerme olvidar tanto como pudiste, sé qué haces esto para ayudarme, sé que quieres creer en mí,pero también sabes que muchas veces confundo la realidad con los tormentos que hay en mi cabeza y no te culpo por no creerme yo voy a estar bien aquí, así que deja de preocuparte y de culparte.

Jimin estaba llorando y mi corazón se encogió un poco,me acerqué a él y lo abracé,su cuerpo se sentía cálido en comparación al mío y me sentí realmente bien cuando envolvió sus brazos alrededor de mi cuerpo.

Respire su característico aroma tanto como pude, sentía como si ésta fuera la última vez que lo vería y me aterra el no tenerlo cerca ya nunca más.

-Yo sí creo en ti-susurró en mi oído con la voz rota.