Six

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Las noches siempre se me hacían largas más bien eternas, pero esta en especial parecía que jamás iba a terminar.

Y es que como muchas otras noches no podía dejar de pensar en él,pero esta vez erá diferente esta vez su recuerdo no parecía un sueño, esta vez podía distinguir claramente cada parte de él,podía recordar a la perfección sus ojos, su cabello que ahora era tan negro como la oscuridad que me rodeaba, recordaba el calor que sentía al tener su cuerpo pegado al mío y sobretodo recordaba la bella sonrisa que me regaló antes de irse.

Sabía que debía sentirme culpable por admirar tanto a un asesino, por haber distraído a un policía para que él huyera sin ser visto, pero la culpa jamás llegó.

Justo como aquella vez cuando todos vestían de negro y lloraban ante los dos muertos que yacían en sus cajones,esperaba con todo mi ser que algo de tristeza me invadiera y lágrimas cayeron por mis mejillas,pero no sucedió sólo podía observar los ataúdes e intentar ocultar mi sonrisa para que no me tacharan de extraño, al fin y al cabo era el funeral de mi madre,no podía estar sonriendo en una situación así.

Tal vez algo estaba mal con mis emociones.

O simplemente algo está mal en mí.

Bueno muchas cosas están mal en mi, Lo sé.

Sé que miento con frecuencia.

Sé que oculto cosas.

Sé que celebre la muerte de mi madre y su esposo.

Se que me beso con el novio de mi mejor amigo.

Se que me enamoré de un asesino.

Pero...tengo motivos.

-Deberías estar durmiendo- la voz de Jimin me saco completamente de mis pensamientos.

Lo observé apoyado en el marco de mi puerta, apenas notaba su silueta por la poca luz.

-¿Cómo sabes que no dormía?- me senté en la cama y prendí la lámpara a mi costado.

-Nunca estás tan tranquilo cuando duermes- se acercó a la cama y se sentó en la orilla de esta.

-No puedo conciliar el sueño Hyung, hay muchas cosas en mi cabeza-susurré.

-¿Como cuáles?.

-Yo... hay mucho que no puedo olvidar, Hyung- baje la cabeza.

-Lo sé-dijo en un susurro.

-Me pregunto si algún día pueda olvidar-observe el rostro de Jimin.

Jimin parece meditar mis palabras unos segundos para luego sólo decir- No lo sé.

-Hay un chico-dije luego después de unos segundos de silencio en donde ninguno dijo nada- Estábamos besándonos y en cuanto él tocó mi piel bajo la ropa yo no pude seguir.

-Quizás aún no estés listo.

-Yo no puedo olvidar-sin darme cuenta lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas-Aún puedo sentir sus asquerosas manos-mencioné abrazando mi cuerpo como si intentará protegerme de algo- Su voz susurrando cosas repulsivas.

Me estremecí lleno de asco sintiendo unas profundas ganas de vomitar,porque ahí estaba nuevamente aquel recuerdo,aquellas manos tocando mi piel desnuda, su mirada observando cada parte de mi cuerpo, su lengua profanando mi virgen piel.

-¡Jungkook!- un alarmado Jimin se acercó tomándome de los hombros.

Como autoreflejo me espanté y comencé a dar fuertes sacudidas con mi cuerpo.

-¡Sueltame! ¡No me toques!- mi voz salía desesperada casi desgarrada mientras me movía con desespero para deshacerme de su agarre.

Y Jimin se alejó, se puso de pie y me observó con espanto.

No tarde en darme cuenta que todo estaba en mi mente y acabe llorando con más fuerza pidiéndole perdón a Jimin entre desesperados sollozos.

Y los brazos de mi hermano no tardarme en envolverme mientras con su calidad dulce voz me consolaba- Todo va estar bien, no te preocupes yo te amo y jamás te voy a dejar.

Y me dormí entre los brazos de la única familia que me quedaba.

L'Obssesion de la Mort.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora