Dix-Huit

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Todo era como un borroso recuerdo, cada acción que realizaba, cada rincón de la casa que mis ojos observaban, todo parecía como un interminable déjá vu.

Estaba sentado sobre un taburete en una lujosa cocina, no parecía para nada la casa de un asesino y realmente no me sentía nada intimidado porque había algo extraño que me hacía confiar completamente en el extraño chico que no me quitaba sus ojos de encima mientras yo comía una tostada y balanceaba mis piernas intercaladamente de adelante hacia atrás.

Parecía que ninguno sabía exactamente qué decir, a decir verdad todo es la expresión de JN decía que no estaba dispuesto a decir alguna palabra, mientras yo estaba reteniendo un montón de preguntas, pero debía terminar de comer antes de hablar porque en aquel momento sentía más hambre que ganas de hablar cosas que tal vez JN ni siquiera iba a explicarme.

Todo era tan extraño, tan confuso, pero a pesar de aquello me sentía en calma casi como si en las profundidades de mi cerebro estuviera la respuesta de todas mis dudas.

-Te contaré una historia-JN comenzó a hablar de pronto, su semblante serio cómo siempre y sus palabras desinteresadas- hace bastantes años había un reino en aquel reino gobernaba un bondadoso rey y sus locayos les servían con gusto pero siempre había uno que otro que quería más de lo que el rey les ofrecía, había uno en particular, él no quería riquezas, ni poder cómo la mayoría de los que se atrevían a traicionar a su Rey,él se había enamorado y quería ser feliz con aquella persona a la que amaba- comenzó a dar cortos pasos acercándose a mí,mientras continuaba con su relato-pero amar a otro ser era el peor pecado, la peor traición que podía recibir el rey y como todo traidor él locayó fue desterrado y condenado a una eternidad de sufrimiento donde vería al amor de su vida morir entre sus brazos una y otra vez, el desterrado había sido maldecido ya no había nada más que sufrimiento en su vida pero un día un maligno ser se presentó ante él,le prometió todo lo que él quisiera si aceptaba trabajar para él y como último recurso el desterrado aceptó, creyendo que de esa forma podría finalmente poder estar con su persona amada.

Lo vi hacer una mueca con sus labios y se quedó en silencio justo frente a mí, sus ojos miraban los míos con tanta intensidad que parecía que quemaban.

-¿Qué pasó luego?-me atreví a preguntar, aunque me aterraba el desenlace de aquella historia.

-Era una trampa, el desterrado fue engañado y pasó el resto de sus días sirviendo a un demonio arrebatando vidas y haciendo sufrir a la humanidad.

Mi labios inferior tembló, mi sangre se había congelado y parecía que los latidos de mi corazón se habían detenido. Había algo en su tono de voz que me helo por completo.

-¿Y qué hay de la persona que amaba el desterrado?-susurré en un hilo de voz.

-Él muere, siempre muere-susurro tan despacio que apenas logré escucharlo me estremecí.

-¿Siempre?

-Toujours.






Traducciones
Toujours.
Siempre.

L'Obssesion de la Mort.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora