UNA VIDA NO TAN NORMAL

Un Día a la Vez

JOSUE ESTA FRENTE A UN PEQUEÑO RALTS BAJO LA LLUVIA DE VERANO.

-La vida da vueltas, pero esto es algo que no puedo manejar. Ok, debería saber como termine en esta situación- 

Josue es un muchacho que ha tenido una vida tranquila, poco problemas que afecten su vida, es tranquilo y no le gusta molestar a nadie. Salió de la secundaria con altas calificaciones y su aspiración es entrar a la mejor preparatoria de la ciudad, su sueño con el que anhela es ser el mejor medico del distrito; A terminado su examen de ingreso, es un día lluvioso de verano no le molesta le agrada la brisa fresca que este clima logra ofrecer, su camino de regreso es un poco largo pero ese día decidió no tomar el transporte publico el solo quería caminar y recorrer la ciudad bajo el manto del agua, llevaba sombrilla e impermeable no era un inconveniente.

Después de hacer algunas compras el yacía en una banca a las afueras de la ciudad cerca de un bosque pequeño el ultimo vestigio de que alguna vez hubo naturaleza en esta zona, había pidgeys sobrevolando ya que el agua se había reducido a tan solo una ligera llovizna tan ligera que parecía una tela de ceda, unos zigzagoons salieron de un callejón típico de ellos, un herdier los seguía a la vez que les ladraba, parecía que intentaba evitar que robasen pero los zigzagoons era notoriamente mas rápidos, al terminar la calle saltaron al bosque y se desvanecieron en la espesura del bosque, Josue contemplo la escena a la vez que tomaba un trago de café   antes de regresar su vista a la nada una vez mas.

Una gota espesa de lluvia cayo en la frente de Josue que se encontraba contemplando las nubes grises que se encontraban cubriendo toda la ciudad. Se dio cuenta y tomo el ultimo trago de café y tiro el vaso en un basurero cercano antes de retirarse del lugar, caminando hacia su casa las lluvias arreciaron como si Thundurus se hubiera enojado con la ciudad, Josue apretó el paso para regresar lo mas rápido a su casa, pasando entre las calles y callejones, noto de reojo un brillo carmesí tenue en un callejón bastante pequeño, indeciso por primera vez en mucho tiempo Josue decidió revisar que era ese particular brillo, si necesitaba ayuda o algo similar era frio no inhumano.

Al acercarse sus ojos quedaron perplejos por la escena que estaba frente a el, un pequeño ralts yacía solo en la oscuridad y parecía que quería evitar mojarse pero evidentemente no pudo, al percatarse del joven uso un pequeño trozo de cartón que se encontraba cerca de la basura pero estaba mojado y se desgarro, asustado el ralts solo se agacho y cubrió su cabeza con sus pequeñas manos, josue susurro para si mismo unas palabras:

-La vida da vueltas, pero esto es algo que no puedo manejar. Ok, debería saber como termine en esta situación-suspirando

Al no saber que hacer ya que no sabia que era tener un pokemon, jamas se había interesado en lo particular en ellos, temeroso de las consecuencias acaricio la cabeza del temeroso pokemon lo tranquilizo y el ralts noto que la esencia del joven no era maliciosa  así que decidió confiar. Josue tomo al pokemon en brazos en intentando acomodarlo en el interior de impermeable este se aferro muy fuerte, Josue sorprendido cerro un poco  el impermeable dejando la cabeza un poco descubierta, cargando con una mano y con la otra llevaba el paraguas; a paso lento después de una rato la lluvia había disminuido un poco lo suficiente para que pudieran continuar con su camino un poco mas rapido, después de un rato caminando se percato que el ralts estaba dormido al llegar a casa dejo la sombrilla de lado y después de varios intentos logro abrir la puerta, llevo al pokemon a su cuarto y lo dejo en su cama asegurando que estuviera cubierta. Josue saco una muda de ropa y se dirigió al baño, mientras se bañaba estaba pensando...

-¿Que debo hacer? ¿Que tal si tiene dueño?, no puede tener dueño parce silvestre, no se como cuidar de un pokemon y menos de uno tan especial y no puedo darlo nada mas así a cualquier extraño, supongo que inicie esto y debo hacerme cargo- mientras cerraba la llave de la regadera