That's my lady

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Mis días suelen empezar de la siguiente manera, suena la alarma del móvil que tanto odio.

A partir de ahí me quedo en la cama como quince minutos más hasta que me veo obligado a salir corriendo de la cama, ir al baño muy deprisa, vestirme como buenamente puedo, coger mi bolsa y salir de casa con el tiempo muy apurado.

Después cojo el metro y, cuando salga cojo el autobús que me deja a tres calles de la escuela de artes escénicas.

Al entrar tomo varias clases de diferentes modalidades: clásico, funky, hip-hop, contemporáneo y etc.

Una vez salgo de la academia voy a mi casa a comer y, luego voy al centro cívico de mi barrio en el que trabajo dándoles clases de hip-hop a unos niños, que se mueven mucho mejor que la mayoría de alumnos.

Espera, espera. Eso sería en un día normal pero, hoy ha sido diferente.

Seguramente estés pensando qué ha cambiado. Para ello debemos volver a la clase de coreografía.

....

Llega mi deseada clase de coreografía, en esta sala he disfrutado como nunca en la vida. La clase se basa en aprender a crear coreografía de cero.

Admiro sus paredes, que rezuman silencio. Normalmente en esta clase se escucha la música y los ruidos que producen el choque de los pies con el parqué.

Al poco de entrar en la sala y quedarme mirando cada una de sus esquinas aparece Víctor, el profesor de esta materia.

-¡Oye Sam! .- dice amigable. Víctor tiene treinta años, es alto, tiene los ojos azules, el pelo negro y una sonrisa que a veces hace que pierda la concentración. Es mi profesor favorito, ama realmente su trabajo y siempre ha visto un potencial en mí.- Tengo que hablarte sobre algo.

-Dime Víctor.- dije dejando la mochila en el suelo.

-Bueno, básicamente, te he conseguido una audición para ser la ayudante del coreografo un grupo de música ...- dijo mirándome muy fijamente y con un semblante serio.

-¿Estás de broma? .- una buena cantidad de pensamientos acudieron de manera intrusiva en mi cabeza. Como por ejemplo: ¿seré lo suficientemente buena?

No, va completamente en serio.-dijo aún más serio.

¿Cuando? ¿Cómo? .- dije una vez pude alejar los pensamientos que nublaban mi mente.

Empecemos con el cuando: después de esta última clase.

Sigamos con el como: me lo pidieron a mí y, como estoy muy liado con las clases les hable de una alumna de segundo muy talentosa ...- dijo más relajado, incluso casi vi algo parecido a una sonrisa.

Muchísimas gracias Víctor, no sé si lo conseguiré pero, que me hayas conseguido la audición es increíble.- dije mirándole con mis mejores ojos de agradecimiento.

...

Sin darme cuenta la clase acabó y eso significaba el inicio de una de las oportunidades más importantes de mi vida.