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Estaba sentada con Cristina y con Corbyn en una cafetería poniéndoles al día con lo que había pasado en la fiesta. Cabe recalcar que al igual que yo Corbyn se esperaba lo de Jack pero, no lo de Zach y Cristina simplemente estaba disfrutando del drama ya que no sabía nada de los últimos meses hasta ahora.

-Así que entonces el que te gusta es Jack.-preguntó Cristina intentando situarse.

-Supongo que sí, pero, Zach también está ahí ... Con él todo es tan inestable ... Yo no sé que hacer.

-¿Qué es lo que has estado haciendo hasta el momento? .- preguntó Corbyn.

-¿Sinceramente? .- asintieron a modo de respuesta.-Ignorar las llamadas de Jack.

-Vaya ...- dijo Corbyn.- ¿De Zach has tenido noticias?

-La verdad es que no.¿Tú sí?

-Pasa poco por casa y cuando lo hace no habla con nadie.

-Tengo miedo chicos. Miedo de haber sido la causante de que Zach y Jack dejen de ser amigos.-dije preocupada.

-Después de la respuesta que tuvo Zach me da que pensar que no será así. Además Jack no sabe nada de lo que está pasando.-dijo Cristina.

-Tienes razón. Estoy hecha un lío. Si no fuera porque quedan sólo unas semanas incluso me plantearía dejar el trabajo.-dije llevándome las manos a la cabeza.

-¿Estás loca? .- dijo Corbyn con rabia.

-Corbyn, intenta sobrellevar una vida laboral estable con un triangulo amoroso de por medio.

-Tiene razón cariño, está en una situación bastante comprometida.-Comentó Cristina.

-Por suerte eso no va a pasar.-dijo Corbyn aún enfadado.-¿Quieres que sea sincero contigo Sam?

Asentí.

-Creo que la decisión la tomaste hace mucho tiempo y que el problema además de que ambos son amigos es que tienes miedo de hacer daño a uno o a otro.

-Puede ser, pero, no estoy preparada para tomar esa decisión ...

-Tomate tu tiempo, pero, la situación va a ser siempre la misma. Una mierda.


...


Me fui a casa a pensar sobre todo lo que había pasado estos meses y me di cuenta de una cosa muy importante.

Estaba dejando de lado a mis amigos por el miedo que me daba contarles lo que estaba pasando en mi vida.

Tenía miedo de que me juzgarán y culparan.

Para acabar con ese problema decidí llamar a Aaron, él siempre me daba buenos consejos y también decidí llamar a Rose porque ella siempre le quitaba el hierro a las cosas.

Sabía que los pensamientos que tenía hacia las reacciones de mis amigos eran irracionales. Tanto Aaron como Rose han estado siempre ahí, en cada llanto por James, en cada alegría por un examen aprobado, cada vez que me volvía loca porque los chicos no cogían la coreografía ... Ellos eran mi hogar.

Estaba sentada en el sofá cuando sonó el timbre y con aún un poco de miedo me levanté y abrí la puerta.

Allí encontré a mis mejores amigos esperando para poder pasar con unas grandes sonrisas y tres vasos de café.

That's my ladyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora