》Narra Daniela《
- Lista?- Asentí suavemente, tomando su mano junto a Sebastián, quien seguía sin entender porqué subíamos en un auto nuevo, sin darle demasiada explicación ante el cambio.
Poché había vuelto al otro día con demasiada calma, mientras que yo no dejaba de llamarla por teléfono con tal de saber algo de ella.
Entramos en ese lugar tan incómodo e importante, notando como Poché intentaba acomodar su gran ramo, caminando tranquilamente por los extensos pasillos, sintiendo la mano de nuestro hijo apretarse con fuerza.
Hacía diez años que la madre de Poché había muerto, ese ser de luz que había dejado una huella en todas las personas que conocía, una marca que te daba las esperanzas que ella había tenido hasta el último día de su vida.
Solo podía recordar sus perfectos postres y las veces que yo dormía con Poché en las que ella nos contaba el clásico cuento, pero con sus matices que hacían todo más interesante, antes de dormir junto a mí mejor amiga.
- Quien es ella?- Preguntó intentando susurrar nuestro hijo, sacándome de mi transe.
- Tu otra abuela.- Él era lo suficientemente inteligente, entendía lo que estaba ocurriendo.
Poché sonreía, sentándose frente a la tumba, cambiando las viejas flores por las nuevas, mientras que Sebastián se acercaba a abrazarla, sentandome a su lado.
Sonará extraño, pero se podía sentir su energía de alguna forma, con sólo ver su foto ya te dabas cuenta de lo feliz que ella era e intentaba mostrarse, a pesar de que las últimas noticias que le habían llegado siempre habían sido las más tristes y que intentaba mantener alegre a su familia, recordando la cantidad de veces que ella me había dicho sus mismas frases, los mismos escritos que ella hacía cuando ya no podía hablar y todo lo que le siguió a su falta del habla y sus dolores.
- Me encantaría ser como ella.- El silencio se rompió luego de escuchar a Vale, quien traía otro ramo, alzando a Sebastián para alejarnos lo suficiente, dándoles su espacio.
- Ella era una buena persona?- Preguntó nuestro hijo, intentando mantener la calma.
- Era una persona maravillosa.- Susurre sonriendo.- Ella te llenaría de besos y te haría engordar del amor que te tiene.- Frunció su ceño.- Ella está aquí, aunque no la conozcas.- Toqué su pecho, notando su leve sonrisa.
- Puedo abrazar a mamá otra vez?- Asentí rápidamente, mientras que él corría una vez más, entregándole una servilleta, notando como ella la tomaba rápidamente, pasando mi brazo por encima de su hombro.
Juan Carlos llegó con papá, quienes estaban de pasada, yendo a trabajar rápidamente, sabiendo que la fábrica de ambos quedaban demasiado cerca.
De esto me había privado por cinco años, había privado a Sebastián de conocer a su madre, a su abuelo, a su otra familia porque yo simplemente tenía miedo.
Lo siguiente fue dejar al niño en su jardín, mientras que ella tomaba fuertemente mi mano, dirigiendonos a la consulta, en busca de los resultados importantes.
- Quieres que te espere aquí?- Preguntó suavemente, besandola rápidamente.
- Quieres acompañarme?- Asintió suavemente.- Entonces?- Entramos lentamente, observando como rápidamente nos daban lo importante, apretando aún más su mano.
Las calles antes de llegar a nuestra casa parecían eternas, y yo solo quería llegar para observar lo que tanta intriga nos tenía, notando como ella también intentaba apurarse aún más.
- Y si estoy embarazada?- Una leve sonrisa apareció en sus labios.
- Te voy a encerrar en casa para que no te escapes y solo yo te pueda ver con una enorme panza.- Besó el dorso de mi mano.- Yo quiero tenerlo y si no lo quieres, tendré que convencerte de que te amo y que de verdad quiero formar una enorme familia juntas.- Sonreí levemente.
- Convenceme.- Dije sarcástica, notando un tierno puchero en sus labios, besandola suavemente, luego de bajar del auto.- También quiero que tengamos una enorme familia, pero no voy a irme y pujar es demasiado molesto como para darle más hermanos a Sebastián.-
"Positivo"
Lo mismo que en los pequeños test, todo indicaba un segundo embarazo y ella solo esperaba a que yo le dijera algo.
Le enseñé la pequeña hoja, notando su cambio de expresión, abrazome fuertemente, escuchando como su llanto volvía a aparecer, pero no era tristeza.
Noté como caía sobre sus rodillas, repartiendo besos por todo mi vientre, antes de besarme, sintiendo lo alterada que podía estar, lo feliz que estaba.
Un bebé.
Una familia junto a ella.
Algo lo suficientemente formal y grande junto a ella.
Íbamos a ser madres y por más de que el mismo miedo que tuve la primera vez estaba presente; su felicidad conseguía hacer que se me olvide completamente y que simplemente acepte su amor y su felicidad.
Yo estaba feliz? Demasiado, más que la primera vez y todo era gracias a ella.
Ella y su amor, su felicidad y sus burlas luego de "predecirlo".
Un nuevo camino comenzaba e iba a ser completamente opuesto a lo que ocurrió la primera vez y me arrepentiría cada día por ocultarle algo tan grande, algo que nos podría haber unido hace demasiado tiempo, pero por estupidas ideas mías, no ocurrió...
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Secreto- [Caché]
FanficLo que en algún momento fue separado. El destino se encargó de volver a unir. Dándoles una oportunidad más a su relación. (G!P)