(Maratón 3/3)
》Narra Calle《
Me dejé caer a su lado, mientras ella acariciaba suavemente el cabello de Sebastián, quien dormía plácidamente su siesta luego de que nuestros padres lo dejaran demasiado cansado.
La besé suavemente, mientras ella me hacía un lugar para quedar entre sus piernas, sintiendo como su mano se adentraba en mi camiseta para acariciar mi vientre, pero el sol aún no caía y nosotras habíamos comenzado con besos suaves, sabiendo perfectamente que su mirada estaba fija en nuestro alrededor, suspirando pesadamente, consiguiendo que se concentre en mí y nada más que en mí.
Sus manos se posaron en mi mejilla, sintiendo como ella caía pesadamente, riendo junto a ella, antes de volver a besarla.
- Va a despertarse en cualquier momento.- Asentí besando su mentón.
- No estamos haciendo nada malo, él siempre nos ve así.- Fue su turno de asentir, mientras volvía a besarme, sintiendo su sonrisa intacta, hasta que su mano se posó en mi nuca, sin permitirme despegarme, aunque tampoco quería hacerlo.
Un carraspeo fue suficiente como para alejarnos, notando la sonrisa cínica de la idiota de Paloma, quien parecía no aceptar que éramos felices.
- Venía a despedirme.- Al fin.- Pero supongo que nos veremos seguido, están terminando mi casa y creo que estaré pendiente a ir a visitarlas.- Lo que faltaba.
- Te estaremos esperando.- Fingi besando su mejilla rápidamente, hasta que se fue, sintiendo su mirada fija en mí, con su hermosa sonrisa, mientras sus manos acariciaban mis mejillas.
- Te amo, celosa.- Rodé mis ojos, sintiendo sus labios recorrer mi rostro.- Más de lo que crees.-
- Ya lo sé.- Alzó una de sus cejas.- Me refiero a que sé que lo tengo que cambiar, pero no la aguanto.- Me besó suavemente, antes de sentir como un intruso saltaba sobre nosotras, estando obligadas a separarnos.
- Yo también quiero.- Poché llenó de besos por todo su rostro al pequeño, antes de comenzar a hacerle cosquillas, justo cuando el atardecer llegaba, teniendo todo lo que necesito, a mi pequeña familia, para disfrutar de la caída del sol observada por la ventana.
Sonreí levemente cuando el pequeño comenzó a mover uno de sus dientes, notando la alegría de Poché, siendo el segundo diente que estaba a punto de perder, hasta que ella le sugirió quitarlo.
Sebastián salió corriendo por la casa, seguida por ella, sabiendo que él se negaba, pero quedó en el olvido cuando los vi a los dos tirados en la piscina.
- Yo voy por atrás y empujo a mamá.- El niño apenas podía pararse y solo pude sentir un bulto mojado chocando con mi trasero, antes de que tome mis piernas y mis brazos, gritando como una loca, hasta que estuve completamente empapada.
Sentí un fuerte dolor en mi bajo vientre, sin darle importancia, mientras me encargaba de mojar a ambos, antes de el contraataque.
Otra puntada. Miré a Poché, quien rápidamente frenó, acercándose para poder sacarme, siendo recibida rápidamente por mamá.
- Es normal.- No había sangre, no había nada nuevo.- Es normal que te duela, tu cuerpo se está acomodando y si no lo sentiste con Sebas, quizás fue porque pasó en un momento que no te diste cuenta.- El dolor había cesado.
Tomé suavemente a mi hijo, quien miraba asustado el momento, tirándole un poco de agua, notando como él bajaba su mano a mi vientre.
- Que pasa mamá?- Su manito se extendió y pude sentir la mano de Poché sobre la de él.- Estas más gorda y comemos siempre lo mismo.- No pude evitar reír.
- Recuerdas cuando hablamos de un hermanito para que tengas?- Asintió suavemente, mientras dejaba su oreja sobre mi vientre, sin poder evitar sonreír.
- Ahí no se escucha nada.- Tiré su cabello húmedo hacia atrás.
- Es porque todavía es demasiado pequeño o pequeña, dentro de unos meses lo conocerás.- Volví a sentir su mano ahí, mientras jugaba con mi ombligo, riendo junto a ellos.
- Vas a ser el hermano mayor.- Parecía orgulloso y solo podíamos sonreír cuando volvió a tirarse a la piscina, ya estaba anocheciendo y el frío iba a llegar en cualquier momento.
- Vamos a tener que jugar más despacio con mamá.- Advirtió a su propia madre, quien asentía sonriendo.- Es serio, no te rías.- Chiquito pero poderoso.
Él tenía confianza en ella, él parecía querer llevar el título de hermano mayor con todas sus letras y yo solo podía sentirme protegida por dos soldaditos de hierro que no sabían cuidarse solos.
Lo malo de todo esto es que Poché estaba mal criando a Sebastián, porque apenas el niño tuvo ganas de ir al baño, los dos estuvieron regando una planta completamente enfocados en ese trabajo, mirando a mamá, quien negaba riendo cuando papá se acercó también por el mismo trabajo.
Iba a costar volver a llevarlo a un buen camino...
![](https://img.wattpad.com/cover/224019733-288-k42984.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Secreto- [Caché]
FanfictionLo que en algún momento fue separado. El destino se encargó de volver a unir. Dándoles una oportunidad más a su relación. (G!P)