Capitulo 8

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Angeline se quedó en la casa; por fin pudo abandonarsea sus sentimientos y llorar amargamente, abrumada por el miedoy el dolor.

 –¿Oh, por qué rompería su promesa para ser castigado? ¡Ojalápudiera yo expiar su culpa! –se lamentó. 

No tardó, sin embargo, en recobrar el ánimo; y, cuando entraron con Ippolito, le había preparado la cama y había cogido lasvendas que había creído necesarias. Pronto llegó el médico; y vioque el brazo izquierdo estaba claramente roto, pero que la piernano había sufrido más que una contusión. Entonces redujo la fractura, sangró al paciente y, dándole una pócima para serenarle,ordenó que estuviera tranquilo.

 Angeline pasó toda la noche a sulado, pero Ippolito durmió profundamente y no se dio cuenta desu presencia. Jamás lo había amado tanto. Comprendió que sudesgracia, sin duda fortuita, hacía honor al cariño que sentía porella, y contempló su hermoso rostro, apaciblemente dormido.«¡Que el cielo guarde al amante más leal que jamás haya bendecido las promesas de una joven», pensó.A la mañana siguiente, Ippolito se despertó sin fiebre y muyanimado. La herida de la pierna apenas le dolía, y quería levantarse; recibió la visita del médico, quien le rogó que guardaracama un día o dos para evitar una infección, y le aseguró que securaría antes si obedecía sus órdenes sin reservas. 

Angeline pasóel día en la villa, pero no volvió a verlo. Faustina no dejó de hablarde su valentía, heroísmo y simpatía. Ella era la heroína de la historia. El caballero había arriesgado su vida por ella; era ella aquien había salvado. Angeline sonrió un poco ante su egotismo ypensó que se sentiría humillada si le contaba la verdad; así queguardó silencio. Por la noche, se vio obligada a regresar al convento; ¿entraría a despedirse de Ippolito? ¿Era correcto? ¿No significaba romper su promesa? Y, sin embargo, ¿cómo resistirse ahacerlo? Así, pues, entró en la habitación y se acercó sigilosamente a él; Ippolito oyó sus pasos, levantó ilusionado la mirada y susojos reflejaron cierta decepción.

La Prueba De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora