Nueve

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Tomás

― ¡Esta es una jodida broma! ―grité mientras observaba el festín que mis padres habían mandado a hacer entrando de a pocos en la cocina.

―Ayúdanos con las bandejas y grita después, ―murmuró Eva colocando una fuente de lasaña en mis manos. ―Mamá se fue a la peluquería y papá al podólogo, así que solo estamos nosotros para terminar de arreglar la casa.

― ¿Acaso este no iba a ser un simple almuerzo familiar? ―pregunté mientras caminaba junto a ella. ―Con todo lo que están preparando parece una presentación en sociedad... ¿Por qué han comprado tanta comida? ¿Acaso quieren acabar con el hambre de toda esta ciudad?

―Y eso no es todo, ―sentenció Omar apareciendo con botellas de vino entre sus brazos. ―En la noche papá se tomó el trabajo de barrer y lustrar el piso de toda la casa. Mamá por otro lado pulió los cubiertos de plata y sacó todos nuestros álbumes familiares.

― ¡¿Qué!?

―Parece que se están vengando por todos los problemas y dolores de cabeza que les provocaste en lo últimos años, ―apuntó mi clon auténticamente divertido por la situación en la que me encontraba.

―Esto es demasiado creo que...

― ¡Llegó la hada madrina! ―escuché que decía la inigualable voz de Dawn Vivaldi apareciendo entre los trabajadores del buffet, con el cabello suelto hasta la mitad de su cuello y vistiendo un conjunto que sin lugar a dudas jamás podría  llegar a armar.

En esta ocasión se trataba de una blusa de gaza de color amarillo pastel semi transparente, un chaleco blanco clásico holgado, pantalones negros hasta las rodillas; junto con unos zapatos negros brillantes.

¿Cuántas tiendas de segunda mano habrá visitado para conseguir cada una de estás prendas?

¿Habrá remodelado alguna?

― ¡Deslumbrante como siempre! ―exclamó Ev dándole un abrazo. ―Hace tiempo que no te veía por aquí, ―pronunció con una clara segunda intención. ― ¿A qué se debe el honor?

―Sus padres nos invitaron a presenciar la visita oficial de su nuevo hijo político, ―respondió dándole una fugaz mirada a Omar, quién por supuesto fingía que la etiqueta del vino era mucho más interesante que la llegada de su antiguo mejor amigo. ―Llegué antes porque supuse que toda la noche te la pasaste refunfuñando sin elegir que ponerte, ―murmuró observando con desaprobación el pijama que aún seguía usando.

¿Acaso me pueden culpar?

Eran las diez de la mañana.

― ¡Que bien me conoces! ¡Ahora oficialmente te nombro como mi verdadero mejor amigo! ―aseguré dándole una abrazo y un beso en la mejilla de la emoción.

Y tal como imaginé la cara de Omar estaba hirviendo de celos. 

¿Algún día hará algo al respecto?

¿O verá de lejos cómo Dawn termina enamorándose de alguien más?

― ¡Isco se va a poner celoso si te escucha! ―indicó Ev girando los ojos.

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2021 ⏰

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