Love Marks [HunHan]

A.

Daegu era un lugar tranquilo y bonito. LuHan lo amaba y apreciaba el paisaje desde la ventana. Por otro lado, SeHun estaba a punto de comerse las uñas a causa de los nervios. Sin embargo, no dejó que LuHan lo notara, lo último que necesitaba era que ambos se pusieran nerviosos y paranoicos. 
SeHun era realista, sabía que eventualmente los encontrarían, no había forma de escapar. Además, los padres tenían un papel importante en la unión de dos mitades, ellos “entregaban” a ambas partes. Sin su supervisión, ellos jamás podrían estar juntos ante la ley; lo que era muy importante para cualquier cosa que quisieras hacer. Si querías un nuevo trabajo y tenías una pareja, debías incluir el certificado de unión junto con tus demás papeles. SeHun sabía lo difícil que podía llegar a ser y aunque tenía esperanza, no estaba seguro de que fuera a funcionar.
Miró a LuHan y lo observó sonriendo hacia el bosque que pasaba rápidamente por la ventana, entonces bajó la mirada hacia su vientre, donde estaba seguro que crecía su bebé. No había mucho tiempo antes de la llegada del bebé, su madre se lo había explicado. Los bebés de gestantes masculinos crecían y nacían más rápido que los de gestantes femeninas mientras estaban en el vientre. En dos semanas el vientre de LuHan sería más notable y eso ponía nervioso a SeHun. ¿Estaba listo? ¿Y si eran más de uno? Dios, ni siquiera había terminado el bachillerato, apenas sabía sobre la vida.
Una parte egoísta dentro de SeHun pensaba que LuHan había llegado demasiado pronto, lo que era irónico, porque lo que menos quería era encontrar a su otra mitad. Hace tan solo unos meses estaba soñando con ir a la universidad y poder alejarse un poco de sus padres, conocer personas y lugares antes de decidir dónde quería quedarse. Simplemente… quería vivir la vida.
No estaba seguro de que ser fugitivo fuera parte de su lista de metas o deseos pero estaba totalmente seguro de que LuHan no lo estaba.
-SeHun –la voz suave de LuHan hicieron que las cosquillas en el vientre del mayor lo hicieran estremecer y pestañeó un par de veces antes de voltear a mirarlo. Su rostro pálido y su sonrisa de dientes perfectos lo hicieron estremecer de nuevo. –Mira- dijo, apuntando hacia la ciudad que se acercaba cada vez más.

SeHun se inclinó un poco y vio las pequeñas casas y edificios a través de la ventana. No sabía lo que encontrarían allí, pero necesitaba estar preparado. –Es una ciudad muy bonita, ¿eh?-preguntó con una sonrisa.

El menor asintió sin que sus bonitos ojos avellana se alejaran de la ventana. Puede que LuHan no estuviera en su lista de deseos antes, pero ahora era lo único que había allí. SeHun se acercó y besó suavemente su cabeza mientras cerraba los ojos y dejaba su nariz hundida en el pelo olor a cítricos de LuHan. En aquel momento supo que aunque su vida entera había dado un giro de 360 grados, no cambiaría nada, porque cada latido proveniente del corazón de LuHan valía cada uno de los latidos de SeHun.
-Señores pasajeros, llegaremos a nuestro destino en quince minutos- los asistentes del tren pasaron a su lado anunciando la llegada y SeHun suspiró antes de alejarse de LuHan. Empezaba la parte difícil.

Cuando ambos se vieron rodeados de gente en la estación de trenes, LuHan tomó la mano de SeHun mientras el mayor llevaba ambas mochilas en los hombros. SeHun le dio un apretón reconfortante antes de llevarlos a ambos a la salida. Debían comprar ropa y comida, hacía un poco de frío allí y sabía que LuHan estaba a punto de rogar por comida. Además necesitaban encontrar un lugar para dormir, porque sabía que LuHan empezaría a sentirse cada día más cansado y comería mucho más.

-SeHun –llamó LuHan acariciándose el vientre –Tengo hambre.
-Lo sé, bebé –SeHun sonrió cuando LuHan frunció el ceño y su pequeña nariz se arrugó adorablemente.
-¿Le hablas al bebé o a mí? –preguntó inocentemente.
SeHun lanzó una risa suave –A ambos –respondió.
LuHan sonrió tímidamente y apretó la mano de SeHun mientras caminaban entre el gentío. Comparado a las otras parejas en aquella estación, ellos eran los más jóvenes. El menor se preguntó si eso sería un problema, el verse demasiado jóvenes como para estar unidos. La mayoría de las personas encontraban a su mitad en la universidad, y aunque un poco porcentaje lo hacía en la escuela, no podían tener relaciones hasta ser mayores de edad. LuHan no lo era…