-Capitulo 70

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Abrí mis ojos por la luz del día, el sonido del mar es muy relajante, siento los fuertes brazos de Zabdiel rodeándome, sigo sobre el, me quiero mover pero me siento un poco a dolorida de la cintura hacia abajo.

No es un dolor fuerte, puedo soportarlo, mire a mi alrededor sin moverme de arriba de Zab y vi almohadas tiradas por todos lados, no sé en qué momento las tiramos, la camisa de Zabdiel y mi pijama de anoche.

Me acosté otra vez en el pecho de Zabdiel y sonreí, pase mis dedos por su pecho desnudo muy lentamente, tratando de tocar cada centímetro de su piel, él comenzó a moverse y me puse sobre la cama poniéndose de lado aun sin soltarme de su abrazo.

Me abrazo un poco más fuerte y me acurruqué en su pecho, moví mi cabeza y lo vi directamente a la cara.

Su cara tierna al dormir me enamora, cada vez que lo veo al dormir pienso en lo afortunada que soy, desde los 11 años el ah sido mi amor platónico, un amor que creí imposible pero mírenme, aquí estoy, una noche después de un suceso tan importarte para cualquier chica, ¡que mejor que perder la virginidad que con tu más grande ídolo!

Me siento tan afortunada de que él diga que soy su princesa, que soy el amor de su vida, que soy la niña de sus ojos, que soy esa pequeña luz que ilumina su mundo, eso me hace feliz, jamás me imagine que pasara pero verlo despertar cada mañana se ah convertido en lo que más amo en esta vida, él es el verdadero amor de mi vida.

En algunos años quizá me encuentre a punto de celebrar mi boda con este hombre, más que listos para formar una verdadera familia, tener pequeños corriendo por la casa, acompañándolo a sus conciertos, realmente amo a este hombre y me tiene locamente enamorada, no entiendo que es lo que me tiene así, solo se que a mis 16 años de edad ya conocí al hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida, encontré a mi verdadero amor.

-buenos días mi cielo- dije cuando Zabdiel sin bajarme de su cuerpo se estiró y comenzó a abrir sus ojos lentamente.

-buenos días princesa- dijo y puso sus manos rodeando mi cadera.

-qué tal dormiste amor?- pregunte.

-dormí de maravilla porque el amor de mi vida está a mi lado- dijo y nos dimos un beso.

-es hora de levantarnos, no sé qué hora es y debemos irnos- dije y cómo pude agarre mi teléfono, son las 9:30 AM.

-quedamos en irnos a las once, según tu teléfono aun falta una hora con treinta minutos-

-si mi cielo pero tenemos que levantarnos, vestirnos y desayunar para poder irnos y llegar a tiempo al ensayo- dije y me acoste sobre la cama y me tape muy bien, solo deje que se me vean los hombros y los brazos.

-no me quiero levantar de aquí- dijo el.

-amor, vamos a bañarnos si?- dije y me levanté con todo y la cobija y el solo de río.

-deja eso y ve a bañarte, yo voy a preparar la ropa con la que nos iremos y luego me iré a bañar para salir a desayunar juntos si?- dijo y se movió de la cama y jaló la cobija que me tapaba.

Rápidamente me tape con mis brazos y camine tranquila al baño, cuando él ya solo pudo ver mi espalda baje las manos, tomé la toalla y mi teléfono para entrar al baño.

Estando adentro puse música, encendí la regadera y me puse frente al espejo, tengo dos días sin seguir mi rutina de cara, es casi inexistente pero por lo menos me pongo un par de cremas y una mascarilla.

Me puse una crema, la dejé secar un par de segundos mientras me desenredo el cabello, cuando termine y la crema se secó me quite la ropa interior, saque mi mano del baño y tire mis bragas directo a la maleta que Zabdiel está ordenando.

Mi Bailarina Favorita -Zabdiel De Jesús Y Tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora