Capítulo 7

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Días más tarde...

Kate se asegura de que sus hijos continúan durmiendo, apenas faltan unos minutos para el amanecer; ser testigo de esa maravilla en la playa...es casi un privilegio.

La Senadora deja la toalla en un lado y sin pensar en lo fría que pueda estar el agua, se zambulle hasta que sus pies dejan de tocar el suelo. El mar está en calma, los primeros rayos del sol se reflejan en el agua pura.

Beckett había olvidado por completo esa sensación de paz y calma, este ritual lo estuvo repitiendo antes de que naciese Lily; después llegaron los problemas, los gemelos, y nunca más pudo disfrutar de la tranquilidad que ahí se respira.

Unas rocas no muy altas se encuentran a unos cuantos metros, Kate nada hacia ellas, escala hasta la cima y se sienta en la orilla permitiendo que sus piernas queden colgando. Efectivamente, el amanecer no es el mismo que en la ciudad. En Nueva york apenas se percata de cuándo se sale el sol y cuándo se esconde.

- Sabía que te encontraría aquí.- la voz de su marido le asusta.- ¡No pongas esa cara! Imaginaba que saldrías para ver el amanecer.

- ¡Vaya! Veo que no lo has olvidado.- él se sienta a su lado y le ofrece un vaso de café recién hecho, ninguno dice nada; se limitan a perderse en la majestuosidad del paisaje que les rodea.

- ¿Querías estar a solas? Porque puedo volver a casa.- Kate niega con la cabeza, se apoya en el hombro de Rick.- Lo necesitabas, ¿verdad? Porque ayer se nos hizo tarde para venir y aun así has madrugado.

- No tenía ni idea de cuánto lo echaba de menos hasta que me he sumergido en el agua, es como si el estrés se hubiese esfumado con la brisa marina. Me siento bastante bien.

-          Me alegra escuchar eso, te mereces este fin de semana más que nadie, me sorprende que no estés hablando con Max o alguno de tus ayudantes

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- Me alegra escuchar eso, te mereces este fin de semana más que nadie, me sorprende que no estés hablando con Max o alguno de tus ayudantes.

- Alexis y Gavin están con nosotros, ella me aseguró que se ocuparía de todo para que yo no pensase en el trabajo, y eso estoy haciendo, no lo estropees, por favor.

- Lo siento, no era mi intención, ¿sabes? Me sorprende que no nos encontremos con más personas, no sé, las personas mayores suelen madrugar y pasear por la orilla.

- Bueno sí, pero recuerda que no estamos en temporada alta, de hecho, no entiendo muy bien cómo es que no estoy congelada. Mírame, con el bikini, empapada y nos encontramos casi en otoño.

- Hemos soportado temperaturas peores, ¿o acaso lo has olvidado? Por cierto, ya que estamos los dos solos, hay algo que tengo que confesarte.

- ¿De qué se trata?

- Lo que ocurrió en el baño...no fue por puro calentón, que también. Pero existe otro motivo.

"Matrimonio Neoyorkino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora