Tears in heaven

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Habia pasado ya una semana desde la visita de Rachel, le había limpiado el departamento completamente y le había llenado el refrigerador con comestibles ya que los que tenía se encontraban llenos de moho y casi se desmayó al saber que su mejor amiga había estado sobreviviendo a base de sopas instantáneas y gaseosas baratas,

Eso hizo que odiara aún más a Michael, nunca le había caído del todo bien y con esto más le valía mantener su gran trasero en Boston, de lo contrario ella se encargaría de mandarlo hasta el otro lado del mundo de una patada.

Y quién podía culparla, ese hombre había convertido a la chica más alegre que conocía en  muerta viviente que solo vivía de su recuerdo, y ahora le tocaba a ella recojer los pedazos de su corazón e intentar devolverle su espíritu.

— Te agradezco profundamente todo lo que has hecho por lo Rachel, te pagaré todo en cuanto vuelva a trabajar
— No digas tonterías, Em, sabes que no fue ninguna molestia, por cierto recuerda que aún está pendiente nuestra reunión de emergencia, necesitamos ponernos al día sobre nuestras cosas, Hannah me ha dicho que  tiene algo importante que decirnos. — Emily tomó un sorbo de su té y le rezó a todos los dioses porque su amiga no haya notado que había palidecido al escuchar aquel nombre
— Y... ¿Sabes de qué se trata?
—Descuida... No es lo que crees, Grace ya no se encuentra aquí, después del funeral su padre la envío a Francia, con su madre.
No soportaba este lugar lleno de malos recuerdos y temía por si vida. — un escalofrío le recorrió la espalda y el estómago se le encogió, aunque ella no tenía nada que ver con lo que ocurrió aquella noche se sentía realmente culpable, y no sabía si podría ver de nuevo a Grace a  a la cara.

Ella había buscado su ayuda tiempo atrás, pero Emily no había visto las señales, si tan solo hubiese sabido.

El último día que la vió, fue justamente en el funeral de su hija, lucía demacrada y pálida, casi podía jurar que estaba frente a un fantasma por el tono grisáceo de su piel, no había tenido la oportunidad de darle el pésame hasta que la mayoría se había marchado.

Michael había mandadado un gran arregló de rosas blancas el siguiente día, ya que no le fue permitido asistir al funeral.

En la pequeña lápida se leía el nombre de la bebé, que no había tenido oportunidad de recibir un nombre en vida.

La pequeña Angela Jackson Montgomery dormiría en el cementerio de Greensville sin haber conocido la luz del día mi la voz de sus padres o las dulces caricias de su madre quien apenas podía soportar esta con vida.

Nota:

Sé que es corto, pero ya se merecían actualización después de tanto tiempo.

P.D.
Perdón por no actualizar, se me descompuso el teléfono y estoy usando otro pero es algo obsoleto por lo que no puedo escribir bien.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2020 ⏰

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