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—¡Papi!–movió Claudine a su padre—¿hoy tendremos clases? La luz no regresó.

—¿Hmmm?–murmuró aún dormido.

—¡Que despiertes!–siguió moviéndolo.

Despertó sentándose en la cama con su cabello más desordenado de lo normal.— ¿Segura que no hay luz? ¿Ya probaste encender un foco?

—Sipi–confirmó sentándose a la par de él— y buenos días.

Sonrió levemente besando su mejilla.—Pues... No tendrán clases hoy.– suspiró tallándose la cara.—Avisaré a tu maestra por qué no pueden conectarse.– murmuró tomando su celular de la mesa de noche y buscando el número de la maestra de sus hijas.—Si quieres duerme un rato más... ¿o prefieres levantarte a desayunar?

—Dormir... mucha flojera para levantarse.–cayó dramáticamente de espaldas sobre el colchón. Luka estaba aliviado de que por lo menos ya no lo estuviera abrazando... Y entonces sintió los brazos de la niña rodear su cuello.

— No es por quererte lejos pero... ¿Podrías soltarme? Necesito hacer pipí.– preguntó a su hija que apostaba que había dejado sus manos marcadas en su cuello.

—Oh... sí, claro–se apartó de él.

—Gracias.–se deslizó de las sábanas que desprendían un olor desagradable gracias a que sudó y sudó toda la noche.

Una vez que salió del baño ya habiendo saciado su necesidad, aprovechó para explicarle a la profesora de sus hijas la causa por la cual no estaban y ella amablemente se ofreció a enviarles las tareas que tenían que hacer y enviar.

Se recostó en el sofá para ver al techo ya que recordó que no podía ver televisión, pero cayó en los brazos de morfeo en contra de su voluntad causa de lo mal que había dormido.

La estilista quien se había despertado, bajó por un vaso de agua.

Al ver a su esposo tan profundamente dormido, le depositó un suave beso en su labios buscando una toalla húmeda para quitarle el sudor y se refrescara un poco.

Se despertó de nueva cuenta molesto por no poder dormir en paz unos minutos, pero sonrió ampliamente al ver quien era.

—¿Cómo amanecieron?

—Súper... perdón, no quería molestarte–se disculpó— es que... como no hay luz y hace calor, pensé que pasarte una toalla húmeda te haría refrescar...

—No importa... ¿Nuestros retoños siguen durmiendo?

—Sipi... tú duerme, luces muerto de cansancio...

— Solo necesito café y nuestro aire acondicionado para estar mejor.

—Jeje... bueno, iré a prepararte el café ¿oky?

—Que contenga dosis peligrosas de cafeína, si no es mucho pedir.– la siguió a la cocina y se sentó en las sillas de la isla.

—Está bien.– iba a encender la cafetera, y entonces recordó una vez más el detalle de que no contaban con energía eléctrica, pataleando un poco en su lugar de frustración, puso a hervir agua en la estufa.

Luka veía toda la escena con ternura; ¡le causaba tanta risa que odiara usar la estufa! Por eso él en medida de lo posible trataba de cocinar para sus amores, siempre buscó que su esposa estuviera feliz y satisfecha a su lado... Y ahora más que ella estaba gestando a su tercer hijo.

—¿Lo quieres con azúcar?– preguntó mientras vaciaba con cuidado el contenido de la cacerola en dos tazas.

— Sin azúcar, hoy más que nunca presiento que necesitaré de la cafeína.

Cuarentena: Sobreviviendo Estilo Couffaine (Fanfic Lukloé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora