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Había pasado un mes completo de que Luka y Charlotte habían hecho su encierro obligatorio, donde aún después de estar aislados los 15 días que estipulaban, se mantuvieron dentro de la habitación cinco días más a petición de la esposa del músico más que por algún profesional; pero aún así para sacarse de dudas, Chloé había llamado a las autoridades sanitarias para que les hicieran su respectivo estudio naseofaringeo, donde la familia salió descartada como posibles portadores.

El padre de familia se encontraba sentado en la cocina tomando su habitual taza de café mientras revisaba su celular.

—Estúpida Charlotte –se escuchó una voz entrando a la estancia abriendo brutalmente la heladera en busca de algún alimento— siempre hablando de Louis, de lo felices que serán y blablabla–se quejó con una mirada de disgusto al ver que no había lo que buscaba —¡¿Y DÓNDE RAYOS ESTÁN MIS BOMBONES!?

— Están en la alacena, bebé.– informó sin despegar la vista de su pantalla.

—Oh, genial... ¡¿Tú también estás escuchando conversaciones ajenas!?–preguntó eufórica mientras arrastraba un banquito para subirse y poder agarrar sus bombones— ¡¿ACASO EN ESTA CASA NO HAY PRIVACIDAD!?

Arqueó una de sus cejas al oírla tan... Irritada.— Tú preguntaste en voz alta y yo solo respondí.– qué extraña se estaba comportando ese día... Normalmente Charlotte era la que despertaba maldiciendo a todos.— ¿Te sientes bien? Estás un poco exaltada el día de hoy, cariño.

—¡BIEN, ESTOY PERFECTAMENTE BIEN!–Respondió firmemente mientras se llevaba dos bombones a su boca. Agarró la caja para sentarse en la mesa y así comenzar lloriquear.

—¿Por qué tuve que ser mujer?–preguntó depresiva metiendo otros dos bombones — es horrible–comenzó a llorar de repente con su boca llena — ¡MALDIGO SER NIÑA!

—¿No prefieres desayunar otra cosa? Digo... Después de comer algo más decente podrás ingerir todos los bombones que quieras...

— Si prefiriera comer otra cosa lo estaría comiendo, ¿no crees?– contestó irónicamente dando un soplido.— ¡Además deberías estar preguntando el porque odio ser niña!

— Bueno... Dime Claudine, ¿por qué el día de hoy detestas ser mujer?

—¡Ahora sí te preocupas por mí! ¿¡No?!–Pataleó escondiendo su cabeza entre sus brazos— ¡¿Por qué eres así!?

— ¡Si no me preocupara por ti no te hubiera sugerido un desayuno decente!– exclamó comenzando a perder su paciencia matutina.

Mientras tanto, entraba por el umbral su otra gemela... Quien al verlo hizo un gesto denotando emoción, corrió a sus brazos -con ayuda de sus muletas- y besó sus mejillas.

«Que extraño...»

Era casi como si hubieran cambiado de personalidad ambas niñas.

—Buenos días papito hermoso, ¿cómo amaneció el mejor papá del mundo?–preguntó sonriente la mayor con dulzura en sus palabras.

— Bien... Gracias por preguntar...–contestó asombrado, viéndolas a ambas como si hubiera visto un fantasma.—Oigan... ¿No me están jugando alguna broma?

—Nopi, ¿por qué papi?–cuestionó extrañada.

—Wow, los hombres son patéticos incluso siendo padres–rodó los ojos la gemela menor—son tan tontos que no son capaces de saber cuándo sus hijas están con su estúpido período.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2021 ⏰

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Cuarentena: Sobreviviendo Estilo Couffaine (Fanfic Lukloé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora