One Shots | Los Toys |

03- Kevin Castro

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| 03 |"Kevin Castro" |
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Con una risa amarga dejé de lado mi teléfono, con un nudo en mi garganta y lágrimas acumuladas en mis ojos. No podía creer la actitud tan infantil que estaba teniendo Kevin, aunque ya nada me sorprendía desde el día que me engañó y tiró dos años de noviazgo pro la borda.

Como una conversación casual entre mis amigas en la pijamada que habían organizado con la intención de venir a hacerme compañía después de los días tan difíciles que estaba teniendo, surgió el tema de la nueva novia de Kevin. ¡A dos semanas de haber terminado conmigo! Y para llevarme un disgusto aún más grande descubrí que me había bloqueado mientras que a mis propias mejores amigas aún conservaba agendadas a pesar de nunca haber tenido contacto directo con ellas, es más, sus números de teléfono los tenía para cuando se me iba la pila en mi teléfono y utilizaba el suyo, por ese mismo motivo descubrí las fotos en Altata que tenía con otra mujer, la misma con la que ahora subía estados de ellos dos bailando.

Respiré profundo intentando disimular mis ganas de llorar, no iba a hacer lo mismo que él para que luego le fueran con el chisme de que me vieron llorando por nosotros como lo hicieron conmigo. Aunque dudaba que alguna de mis cuatro amigas fueran tan chismosas o informantes como el mismo Chiquete se definió a él mismo el día que me vino con el chisme.

Sin embargo algo en mí se encendió y comencé a oír lo que mis amigas me aseguraban.

—Si de veras él no quisiera que veas esto hasta a nosotras nos habría bloqueado.

—Lo está haciendo para darte celos.

—¡Pero esa vieja está diciendo que es su amor y él repostea la historia!

—Tu que lo conoces tan bien deberías de darte cuenta que es para darte celos.

—¿Y por qué se miente a él mismo?

—Porque le debe haber dolido que rechazaras toda oportunidad que te pidió para pedirte perdón, que le regresaras los cuatro arreglos florales, los chocolates y la serenata.

—Además sabes como son de pendejos los hombres, Tania.

—Pero ¡ella le dice mi amor! ¡Y yo fui primero su amor por dos años! y no me digan que es cuestión de la persona y no el tiempo porque las cosas con Kevin hasta el último día siempre fueron como en un cuento de hadas.—Suspiré con un dejo de tristeza jugando con las brochas en mis manos sobre mi cama, mientras ellas se maquillaban entre ellas frente a mi espejo.—Conmigo no le faltaba nada. ¿Por qué lo hizo?

—Porque los hombres a veces se comportan como tontos, Tania. Tu eres una mujer preciosa que siempre respetó y amó a Kevin en su relación, diste todo de ti y él no lo supo valorar, él se perdió a una mujer que lo ame con sinceridad y sin interés alguno. No tienes la culpa de nada, tal vez no era el momento de que estuvieras con él pero quien sabe y más adelante sí, él madura y tu curas tus heridas.

—No lo creo, se ve feliz con ella.—Mi sinceré sorbiendo mi nariz sin poder contener más mis lágrimas, desde que Kevin se marchó sentía un gran vacío en mí, me había acostumbrado tanto a él y a cada uno de sus pequeños detalles que ahora sentía como si algo me faltaba, peor primero estaba mi orgullo y amor propio.

—La gente tal vez se lo va a creer porque actúa bien ese papel, pero todo el que lo conoce sabe que no es feliz con ella.

—Tal vez ahora no era su momento, dale tiempo al tiempo y que las cosas se acomoden como el destino decida, Tania.—Volvió a repetir una amiga abrazándome. Asentí y respiré hondo.

—Eso haré.—Admití dejando ir con todo el dolor de mi alma a quien yo consideraba el gran amor de mi vida. Tal vez era lo correcto o tal vez no, sólo el tiempo lo diría.

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