Rachel Brooklyn, una mujer ojiazul de veintitrés años, soñaba con alguna vez saber cual había sido la misión que debía cumplir en esta Tierra. Aunque no era lo mas importante, siempre supo que quería encontrar, más bien a quien. Durante algunos años siempre fue alguien independiente, desde que sus padres murieron, hasta que trabajaba en casi todo el mundo. Pero, llegó a depender de alguien, tenia miedo de sólo pensar volver a estar sin él. Esas horas de tristeza por la noche mientras abrazaba su almohada. Ahora habían terminado, pero no quería volver a pasar por eso de nuevo. Nunca se había aferrado tanto a una persona, ni siquiera con su mejor amigo. Pero...siempre hay una primera vez, no?
