-Hey! Rachel llegó.
Le dijo Kim a Michael que estaba bebiendo de un vaso, luego de abrazarlo y saludarlo su plan debía empezar. Mike sabía lo que tramaba, pero era solo una broma ¿verdad?
-Ah si? Que bien...
Dijo el fingiendo indiferencia y Kim hizo una mueca.
-¿Que?, me miras como si quisieras asesinarme.
Dijo Michael luego de unos minutos, Kim seguía con la misma mueca mirándolo. Ella lo ignoró y fue a donde la había dejado, a propósito.
-Hey Rachel!, lamento interrumpir pero debo presentarte a otra personita.
Dijo Kim llegando a su posición anterior. Rachel asintió y se despidió de Frank, La Toya y Janet. La muchacha morena la llevó con un hombre que estaba de espaldas, Rachel agachó la mirada con timidez. Llevaba una camiseta amarilla de botones abierta, una blanca debajo de ésta y unos pantalones de cuero apretados.
Kim le tocó el hombro para luego él dirigir sus ojos ámbar hacia la ojiazul.
-Bien, Rachel. Él es Michael Joseph Jackson, Mike, ella es Rachel Brooklyn. Un gusto adiós.
Dijo Kim y se fue dejándolos solos a ellos dos, Rachel volvió a agachar la mirada mientras se mordía el labio nerviosamente.
-Con que Rachel, eh? Bonito nombre.
Dijo Michael, parecía estar más nervioso que ella. Nunca le había pasado.
-Si, el tuyo igual, Michael.
Respondió. ¿En verdad podría ser él? Mh... tal vez, ¿o no?
-Mh... Rachel, te llamas igual que una amiga que tenía cuando era niño.
Rachel abrió los ojos. En realidad lo era? Empezaba a pensar que sí.
-Tu también te llamas igual. Pequeño Mike.
Susurró las ultimas dos palabras.
-Justo así me llamaban.
Dijo el, comenzaba a reconocer sus ojos ya que se estaban mirando. Tal vez ella era la niña pequeña que le había atraído cuando vivía en Gary.
-Recuerdo que... el siempre cantaba por las noches y... cuando tenia miedo se acercaba a la ventana de mi habitación que estaba cerca de la suya y me cantaba su canción favorita.
Michael no podía creerlo, era ella. La niña de ojo azul que lloraba por nas noches y que el se encargaba de consolarla mientras su padre llegaba borracho a su casa. ¡Dios!
-Tu...tu eres La princesa Rachel.
Susurró el pero ella pudo escucharlo, rápidamente corrió a sus brazos para abrazarlo, lo había extrañado y ahora estaba parado en frente de ella.
El, feliz respondió al abrazo. Estaba feliz de ver a su princesa. Pero... Oigan! Solo es de cariño como amigo.
-Has crecido tanto, Mike.
Dijo ella escondiendo su cabeza en el hueco de su cuello. Lo había necesitado cuando se fue. Pero no iba a impedir que cumpliera sus sueños y aceptó que debía irse.
-Tu no te quedas atrás, princesa.
Respondió él, perdido en el mar de sus ojos. En realidad le atraía un poco, aún. En su partida él había estado llorando un par de noches porque temía lo que podía pasarle. Y ahora estaba sana y salva frente a él.
-Ven, vamos afuera.
Dijo Michael en su oído para luego salir por la parte trasera del salón donde todos disfrutaban de la reunión.
Caminaron un buen rato mientras Rachel le contaba sobre su niñez y lo que había logrado. Sobre Logan -que no pudo evitar ponerse algo celoso- y Helen, aunque también sobre el jefe. Y Su oferta de trabajo en Neverland no podía faltar.
Michael le contaba sobre su vida luego de mudarse, sus hijos y su ex esposa Lisa -lo dijo como algo normal, pero Rachel no pudo evitar una sensación de enojo- sobre su nueva gira "Bad" y algunas canciones que tenia grabadas y faltaban hacer algunos videoclips.
-Si, Jajaja y yo le dije "Hey amigo! Ese es mi cabello?!"
Luego de la historia de Mike comenzaron a reír, desde hace mucho no había sentido esa felicidad en su vida, es decir Logan es un gran amigo y todo, pero nadie iguala a Él mejor amigo.
-Y... ¿Tus hijos?
Preguntó Rachel curiosamente, ella era así. Desde que le decías algo no podía dejar de preguntar.
-Oum! Ellos están en casa de mi madre, vendrán más tarde.
-Oh! Bien, recuerdo muy bien a Katherine
-Enserio?
-Si, yo...
Cuando iba a hablar una gota de lluvia calló sobre su cabello y, pronto se convirtieron en millones. Estaban algo alejados así que corrieron por la lluvia tratando de llegar a la mansión. Pero ya era tarde, estaban empapados.
-Hey! Rachel!
Exclamó "asustado" y en cuanto ella volteó le mojó la cara con el agua de la piscina del patio trasero. Ella abrió la boca y comenzó a reír, él se contagió y mientras no miraba Rachel lo tiró a la piscina. O más bien, los dos cayeron a la piscina.
-Hey! No es válido, el campo de batalla no se deja!
Michael hizo puchero en cuanto la vio salir de la piscina, ella río y el la imito saliendo de ahí con la ropa mojada pegada al cuerpo.
