Der Höllenhund
(Cerbero)1 año después
Berlín (Alemania)El diablo había cumplido su promesa, volvió a visitarme un par de veces, y a susurrarme las misiones como lo había hecho en un principio. Había acabado la universidad hacía pocas semanas y me había centrado en Luminescence, además de llevar a cabo las misiones de Lucifer.
Jade apareció ante mí una vez en ese año, para regañarme y luego volver a su sauna. Había entendido que para verla debía provocarla, aun que dependía de cuanto se enfadara que conseguía arrastrar a Lucifer a la tierra solo para gritarme y marcharse inmediatamente.
Las puertas del infierno seguían cerradas para mi, aunque pensaba que tarde o temprano el príncipe de las tinieblas me levantaría el castigo, pero parecía que el demonio seguía bravo conmigo.
– Tengo un último regalo para ti, amor.– susurro en mi oído advirtiendo su llegada, serví dos copas y me senté junto a la ventana.
– Dime, Diablo, ¿que deseas darme?
– Un nuevo juguete.– dijo tendiendome un collar con tres piedras negras.
– ¿Qué es?
– El mayor de las armas, si te obedece, las últimas tres bestias del infierno, una gema por cada bestia.
– ¿Cómo se usa?– dije engatusada por su belleza.
– Solo tienes que llamarlos por sus nombres.
– ¿Cómo se llaman?
– Solo tienes que decir cerbero, y las tres bestias saldrán. Podrás ponerle el nombre que quieras. – dijo mientras me colocaba en el cuello. – práctica en un lugar apartado y con espacio. Son un poco agresivos y tienen que conocerte.
– De acuerdo. – dije entendiendo a lo que se refería.– ¿Entonces las puertas infernales vuelven a estar abiertas?– dije tanteando el terreno.
– Me están llamando, debo irme.– dijo desapareciendo en una nube de humo negro. Estoy segura que eso significa claramente, no. Los demonios no están muy acostumbrados a que se burlen de ellos por lo que veo. Arrogantes y malditos sacos de carne demoníaca.
El móvil que se encontraba sobre la barra americana comenzó a vibra excesivamente sobre esta. Me moví rápidamente para ver cual era la emergencia que por el tono, reconocía que era John. Y efectivamente se trataba de él. Necesitaba mi ayuda con un ser mágico. Bufé al tener que salir a trabajar de nuevo habiendo llegado a casa hace menos de 20 minutos de la oficina. Pero al pensarlo lo vi como una excusa para ir después al campo en el que solía entrenar mis habilidades y probar las bestias.
Volví a enfundar mis botas negras de tacón de aguja y a guardar mis cuchillos en sus fundas, salí del departamento enviándole un pulgar arriba en significado de que iba en camino. Y teniendo en cuenta de que contaba con una moto modificada nueva y el sitio estaba cerca, llegaría en pocos minutos.
– ¿Cómo puedes atrapar demonios con esas cosas? – dijo señalando las botas de tacón alto, al verme entrar en el callejón.
– Una habilidad que he adquirido. Ahora si no las llevo me siento insegura.– dije encogiéndome de hombros. – ¿de que se trata hoy, anciano?
– Cambiaformas, se ha escapado del mundo prisión.
– Esto va ser largo.– murmuré.
Dos horas después habíamos dado con el cambiaformas gracias a un hechizo y a mis habilidades para captar seres mágicos. Y lo teníamos acorralado en un antiguo almacén abandonado que no tenía ninguna salida además de donde nos encontrábamos nosotros.
– ¿Entonces eres genero no binario?– dije cuando el ser se dio cuenta que no tenía salida. John al escuchar mi pregunta se llevó la mano a la cara negando lentamente.– ¿qué? Tengo curiosidad.– me encogí de brazos quitándole importancia.– mira no tienes escapatoria, si te cojo yo y te mato vas directo al infierno y si te entregas voluntariamente, el viejo te mete en tu mundo y tan tranquilos. Y si te decides rápido mejor, tengo que irme, mis bestias me esperan.
– ¿Me estás dando a elegir entre dos infiernos?– dijo lo que en este momento era un chico.
– Básicamente, pero tú decides. Si es rápido te lo agradezco.
– Tengo otra opción.– levanté una ceja interrogativa. – mataros y escapar.– y fue entonces que me empecé a reír como si me hubieran contado el mejor chiste del mundo.
– Anciano, préstame tu sonotone que no lo he escuchado bien.
– Lo has escuchado bien, quiere meternos bajo tierra.
– Es el mejor chiste que me han contado en la vida.– dije limpiándome una lágrima que se desplazaba divertida por mi mejilla.– bueno si quieres intentarlo quiero advertirte que estuve a punto de matar a Asmodeus y el no me hizo ni un rasguño.– dije quitándome la chaqueta y dándosela a John.– prepara la prisión, voy a divertirme un rato. ¿No te importa, cierto?
– Adelante, todo tuyo. Quiero ver como 12 años de entrenamiento militar y 2 años de entrenamiento sobrenatural, le aplastan el culo al no binario.– quince minutos después el cambiaformas estaba atado de pies y manos en una silla, intentando por todos los medios soltarse.
– No lo intentes, gracias a que mi madre fue girl scout, que a mi padre le gusta pescar y que los cables de los cascos siempre se enredan en el bolso, tengo un amplio conocimiento en nudos. Y haz el favor de dejar de ser yo, es un poco creepy.– y tan rápido como antes había estado delante de mí, ahora había desaparecido siendo tragado por el artefacto que tenía el brujo en sus manos.– ha sido muy raro verme la espalda, pero me quedan muy bien estos vaqueros.– dije para mi misma.– Bueno si ya hemos terminado, me largo, hay cosas que hacer y mañana estoy muy ocupada. Así me dará igual que te estés muriendo, no podré salvar tu arrugado culo.

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Der Bote
Historia Corta×(spin-off de Marcada por el pasado.)× Alemania había sido siempre un país que me gustaría conocer, el idioma, su historia, su cultura y su arquitectura siempre me habían llamado la atención. Cuando morí y la vi morir a ella supe que lo mejor sería...