PAPÁ

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Octubre 2019

Después de muchas vueltas y trámites, hoy finalmente logré comprar la casa que quería. Era grande, con espacio más que suficiente para nuestra futura familia. Tenía cuatro habitaciones: la principal, dos de invitados y una que se convertiría en el cuarto de los bebés. Cada habitación contaba con su propio baño, y además había dos baños adicionales en el piso de abajo. La casa incluía un comedor amplio, un living acogedor, una cocina moderna, una sala de juegos y entretenimiento, y un patio espacioso.

Era perfecta, todo lo que siempre soñé, y lo mejor de todo era que la había conseguido para la familia que había formado junto al amor de mi vida. Quería asegurarme de que tuviéramos suficiente espacio para cuando los pibes quisieran quedarse a dormir, y logré encontrar la casa ideal para ello.

Simo no sabía nada, la compra de la casa era una sorpresa que, con ayuda de nuestros amigos, había planeado para mostrarle el lugar donde comenzaríamos nuestra nueva vida juntos. Mi casa actual era demasiado pequeña para vivir con dos niños, así que hacía dos semanas le había dicho a Simo que había empezado a buscar otra. Ella insistió en ayudarme a pagarla, pero ya la había comprado sin que lo supiera. Espero de corazón que le guste, porque si no, me muero.

—Bueno, Turro, vamos a hacer eso entonces. Yo la paso a buscar ahora y la llevo a la ecografía —asentí—. No te olvides de avisarme cuando la puedo traer.

Estábamos ajustando los últimos detalles para que todo quedara perfecto.

Dani la iba a llevar a la ecografía para que yo pudiera quedarme aquí y preparar la sorpresa.

[...]

—¿Y? —me preguntó con una sonrisa mientras me daba una palmada en el hombro.

—Gracias por la ayuda, hermano —respondí

—Bueno, trolo, llama a tu mujer —dijo Cami, empujandome

Solté una risa y agarré el celular para escribirle a Daniel.

...

Simona

—Vamos, gorda— se paró y fruncí el ceño.

—No, estoy cansada— después de quejarme un rato, decidí ir con mi amigo.

Llegamos a una casa que no tenía idea de quién era, y lo miré sin entender. Él estaba con una gran sonrisa.

—Anda, boluda— salí del auto y camine hasta la puerta. Tenía un papel pegado que enseguida reconocí por la letra de Mateo, esa letra rápida y desordenada que podía identificar en cualquier lugar.

"Para: Simona 
De: El amor de tu vida 

Hola, hermosa. 
Sé que no te gustan estas cosas, pero me vi en la necesidad de hacerte este regalo. 
Escúchame bien, bueno, léeme, jaja. 
Te amo y voy a aceptar cualquier decisión que tomes. 
Te propongo formar una familia y este es el primer paso... 
Si quieres descubrir de qué se trata, entra, y si no, Dani te está esperando para llevarte donde tú quieras. 

Te amo infinitamente. 

Mateo."

Sentí las lágrimas acumularse y me di vuelta para sonreírle a Dani. Suspire profundamente y abrí la puerta. Justo después, encontré otra carta que abrí con las manos temblorosas.

"En esto me van a ayudar nuestros amigos. Yo no voy a estar, pero tranquila, mi amor, que más tarde nos vamos a ver. 

Los amo, mis amores.