"Capitulo 6: Perseguida por la desgracia"

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El término de la desgracia parece melodramático pero si estas atravesando una situación como la de la señorita Berry, es un término totalmente comprensible, uno puede asimilar la desgracia como una muerte, pero esta es sigilosa y discreta, es como...

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El término de la desgracia parece melodramático pero si estas atravesando una situación como la de la señorita Berry, es un término totalmente comprensible, uno puede asimilar la desgracia como una muerte, pero esta es sigilosa y discreta, es como el monstruo que todos imaginamos de niños, una cosa oculta que espera en las sombras para atacarnos, una cosa que no sabemos de dónde o porque está ahí, en fin el punto de que la desgracia se presenta de diversas formas y en diferentes ocasiones, como el gran escritor Edgar Allan Poe (sé que a pocos les interesa este pero en unos años verán que será más reconocido) decía: "La desdicha es diversa la desgracia cunde multiforme sobre la tierra. Desplegada sobre el ancho horizonte como el arco iris, sus colores son tan variados como los de este y también tan distintos pero tan íntimamente unidos". Mi amiga Anna tenia demasiado en su vida y sin embargo estuvo dispuesta a perder el tiempo y tal vez algo más en escucharme..., la desgracia ataca sin importar lo bueno a bondadoso que seas ella siempre está ahí sino me creen pregúntenselo a Anna Berry...

En ese momento me fui del hogar de Anna no sin antes agradecer por su hospitalidad y su magnífica forma de confiar a las personas, un poco de confianza no le hace mal a nadie, pero nunca dejes toda la confianza no sabemos lo que las personas pueden hacer con ella, retomemos, partí del hogar de Anna y vi a un hombre de aspecto robusto dirigirse a la misma con algo de violencia y furia en su rostro, nunca en mi vida había visto a ese peculiar hombre así que decidí seguirlo, no podía permitir que algo le ocurriese a Anna por cuestiones evidentes...

Me acomode en una ventana que limitaba la visión, veía solo el comedor del hogar, para mi fortuna estos estaban allí, el señor robusto le gritaba a Anna, insultándole al parecer esta le debía dinero para poder pagar su hogar, entre gritos e insultos de parte de él, acordaron que si en una semana ella no entregaba su dinero faltante sería desalojada de su hogar, el hombre se fue con un aspecto de disgusto, y nuestra amiga Anna estaba llorando porque no tenía como pagarle, hay querida Anna no llores, guarde eso para más tarde porque el tiempo corre y pueden pasar cosas peores que esa...

Ese día partí hacia mi hogar, me dispuse a dormir, mañana por la tarde ir al cementerio a llevar la rosa y ver a mi amiga, así lo hice me levante, me higienicé hice mis cosas y partí, por otro lado tenia trabajo que hacer pero les dije a mi gente que esperaran y traería su pedido, ¿mencione que mi trabajo no es muy humanitario que se pueda decir?, me encargo de conseguir y llevar órganos al hospital. Pero ese no es lo importante, a lo que había que tomarle importancia era el hecho que pasaría ese día alrededor del mediodía, estaba por llevar la rosa cuando veo a una mujer corriendo y si era Anna, deje la rosa en su lugar y rápidamente me dispuse a seguirla cuando llegamos al lugar era increíble, donde era el hogar de Anna ahora era un fuego ardiente, y este era totalmente intencional, luego de un rato que los bomberos hicieran lo suyo, del hogar donde esta habitaba solo quedaban tristes y simples cenizas que volaban por los aires impulsadas por el viento, estaba hecha trizas, no sobrevivió ninguna de sus pertenencias.

Luego de una breve discusión acepto mi invitación de vivir en mi casa, la cual era muy grade por cierto, había espacio para ella y toda su familia si quisiera, ella miraba asombrada el lugar, ella se instaló, pero pusimos algunas normas: La primera es que nunca baje al sótano sin mi consentimiento, la segunda es que si vengo cansado por trabajar me deje solo, la tercera norma es que no puede entrar a mi habitación y la cuarta pero no menos importante es no romper ninguna de las anteriores, luego de eso cuando era hora del té me pidió que si quería le podía contar que sucedió con Sarah después de esto, después de todo necesitaba una distracción de los agobiantes pensamientos que rondaban por su cabeza así, que yo acepte y me dispuse a seguir. 

By: M.P.S

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