Esta historia inicia por la curiosidad que despierta una insignificante rosa blanca, la cual involucra el relato de Jacob Noriet sobre Sarah, su secreto y oscuro pasado el cual lo persigue, nuestro destino está en nuestras manos y nosotros decidimos...
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En algún momento de tu vida pequeño o pequeña lectora estoy seguro que en tu vida tuviste un momento crítico y decisivo, en el cual tomaste una decisión con dificultad ¿fue la adecuada?, mi madre solía decir "Cuando tu corazón y tu mente te conduzcan en sentidos diferentes escucha a tu corazón". En mi caso trate de escuchar a mi corazón pero como todos sabemos lo incorrecto, los malo, las erróneo suelen sobrepasar lo correcto...
-Era un día de sol en el cual volvía de mi laborioso y horrible trabajo, compre una rosa blanca para Sarah como un detalle para cuando la viera, pero cuando ingrese por la puerta principal mis ojos no vieron lo que esperaban, mi padre estaba con muchos papeles, sus manos agarrando su rostro y transmitiendo un aire de intensa desesperación, ese comportamiento en él era anormal, no entendía lo que estaba pasando, luego de observar que no había cambiado decidí preguntar sutilmente que estaba pasando, por qué y si podía preguntar sutilmente que estaba pasando, porque y si podía ayudarlo, a lo que él respondió totalmente alterado, como si mi pregunta o mi simple presencia le molestase, me conto que estábamos mal económicamente y que no podríamos salir fácil, pero luego le vino una desalmada idea a la mente, y me hizo una simple propuesta, la cual no deje de pensar-
-¿Que le propuso?- Hay dulce Anna tu impaciencia empieza a ser de mi agrado.
-Luego verá ahora escuche, luego de dos interminables horas llego ella, Sarah estaba tan hermosa, hacía varias semanas que estaba pensando en proponerle desposarla pero ¿hoy seria indicado?, no me importo el día ni mi padre. Salí disparado a Sarah y al automóvil, empecé a conducir hasta un campo cercano afueras de la cuidad, la lleve mientras ella no entendía lo que ocurría, pero la tome de la mano y empezamos a caminar como los niños que alguna vez fuimos, su sonrisa deslumbraba más que el mismo sol, corríamos impulsados por el magnífico viento, bailábamos al compás del cantar de las aves, reíamos reviviendo nuestra niñez, luego de un par de horas estábamos tumbados en el piso mirando el deslumbrante azul del cielo cuando dijo:
-¿Jae?-
-¿Si?-
-¿Has admirado las flores, gozaste de las aves y contemplaste con asombro el mar, las montañas o el hermoso azul del cielo?- Esa frase tan profunda saliendo de su magnífica boca me hizo pensar, ¿admire eso?, tal vez yo no, pero ella era distinta a todos, valoraba cada detalle, miraba, escuchaba, pensaba, era muy lista, pero a la vez era tan tierna, comprensiva, indefensa, ella sabía contemplar y encontrar la belleza en lo más mínimo o insignificante como una flor.
-¿Por qué amas tanto las flores?-
-Las flores son como jeroglíficos de la naturaleza nos dicen cuanto somos amados-
-Entonces te daré una flor cada día-
-Gracias-
-¿Sarah? Creo que es el momento adecuado, para proponerte esto...
-¿Qué cosa?-
-Desde el momento en que te conocí, note que eras diferente a los demás, podrías haber pasado de mi como todos los niños lo hacían pero no, te sentaste a hablarme, el día siguiente hiciste lo mismo y de esa forma sucesivamente, nos hicimos íntimos amigos, pasábamos las tardes jugando y riendo como si el mundo a nuestro alrededor no importase, ambos vivimos la perdida y junto con eso peores cosas juntos como tu padre, cuando te fuiste fue como un hueco en mí, pensé que no te vería otra vez, pero cuando me salvaste de esa gente despertaste algo que creí que había muerto hace tanto tiempo, Sarah eres la luz de mi oscuridad sim más preámbulos ¿Sarah aceptarías casarte con migo?- los ojos de la muchacha se cristalizaron mostrando amplia felicidad
-Ay Jacob- dijo entre sollozos -Por supuesto que acepto- dijo para besarme.
-Me pregunto ¿porque me acobarde por tanto tiempo? –
-No lo se, pero creo que fue en el momento indicado, en el lugar indicado-
- Lo creo, le diré a mi padre se pondrá tan feliz-
-También le diré a mi padre- Dijo ella y yo me asombre.
-¿A ese monstruo que te arruino la vida?-
-Todos merecen una segunda oportunidad-
-Tristemente tienes razón-
-Luego de esa conversación partimos para nuestro hogar, mi padre reacciono de maravilla, pero cuando decidimos comunicarnos con el padre de mi futura prometida este se tornó violento, y decidimos que no importaría lo haríamos de igual manera, no contaríamos con lo que pasaría al día siguiente...
