YUMI NA TEIK WON SONRAUN AU? (¿Tomarás una vida conmigo?)

Déjà Vu

CLARKE

Estaba terminando otro largo día, la semana estaba siendo muy dura y por fin sentía que todas las cosas iban marchando. Azgeda no había vuelto a provocar a Lexa, nosotros no habíamos sufrido ningún ataque ni por su parte, ni por la de Pike. Habíamos resuelto los desperfectos de la montaña e inhabilitado el sistema de la niebla ácida para evitar que los terrestres se sintieran amenazados. Raven, Monty y Sinclair sin duda habían realizado un trabajo excepcional, incluso lograron apañárselas para instalar todas las modificaciones que les pedí en tiempo récord. 

Todos son conscientes de lo que se nos avecina, cada uno sabe cuál es el papel que debe desempeñar cuando llegue el momento y como deben actuar. Sé que Octavia está haciendo un gran sacrificio al separarse de Lincoln, pero le viene bien distraer la mente porque si no lo hace, se volverá loca. Ya es bastante difícil controlarla cuando entra en cólera y se pone a buscar pelea con cualquier excusa o motivo, sobre todo con su hermano. Sin duda el odio que la invadió la otra vez, ya brota en su interior... Skairipa está a punto de nacer. Por suerte se pasa la mayor parte del día entrenando con Indra, por lo visto, la Comandante le ordenó permanecer junto a mí para protegerme y cuando encuentro algún hueco libre aprovecho para entrenar con ellas, necesito coger algo más de técnica en lo que se refiere al cuerpo a cuerpo.

Nos dirigimos al comedor para la cena cuando Jackson nos intercepta. – ¿Le ha pasado algo a Lincoln? –. Pregunta Octavia preocupada. – Al revés, venía a deciros que todas las pruebas salen bien y como lleva días con el drenaje limpio y sin inflamación, está fuera de peligro. voy a quitarle la sedación -. Octavia salió disparada hacia el área médica, aunque todos sabíamos que eso llevaría su tiempo. Indra y yo decidimos ir a comer y guardarle algo a Octavia para llevárselo luego. Kane y algunos más se nos unen mientras cenamos en armonía.

Había pasado toda la noche con Octavia, volvía de darme una relajante ducha de agua caliente cuando vi como Octavia y Lincoln se abrazaban. – Vaya, el bello durmiente ha despertado por fin –. Le digo con una gran sonrisa mientras me acerco a la cama para darle un abrazo. – Me habéis salvado la vida, gracias –, responde emocionado. – No tienes que darnos las gracias. Como ya te dije una vez... eres de los nuestros, eres nuestra familia –. Les dejé a solas y me fui a buscar a Jackson para avisarle de que había despertado para que le hiciera las pruebas pertinentes.

* * *

Lexa se encontraba en el jardín sagrado en el que enseña e instruye a los Nátblidas, estaba terminando el entrenamiento cuando Titus la llamó. Caminaron hasta llegar a un estanque desde donde se divisaba todo Polis.

- Tu intención es buena Lexa, pero no es momento para buenas intenciones. Tus enemigos te rodean, la reina Nía actúa en tu contra, deberíamos centrarnos en ella, pero en cambio te preocupa más lo que le pueda pasar al pueblo celeste –.

- No permitiré que el miedo a la guerra dicte nuestros planes, ya sé que no entiendes por qué hago esto, pero yo soy vuestra comandante y debes confiar en que hago lo mejor para nuestro pueblo. Wanheda nos advirtió sobre las verdaderas intenciones de la reina Nía y tenemos un plan al que nos estamos ciñendo. Wanheda me ha jurado lealtad delante de todos, no será un problema, ya tengo su poder, su lealtad, al su ejército y con un poco de suerte, una muy buena ventaja estratégica –. Responde Lexa ya cansada por las insistencias de su maestro y después de lo que le contó Clarke, le cuesta bastante darle una oportunidad aun habiéndole jurado que nunca haría nada para poner a Clarke en peligro. Había perdido su confianza y ya no tenía claro de si le sería leal a ella o solo a la llama que lleva dentro.

- Si quieres el poder de Wanheda ya sabes lo que tienes que hacer -. Insistió Titus. - ¡Basta! No quiero oírlo más -. Dijo Lexa elevando la voz. Titus comenzó a explicarle a Lexa que su amor por Clarke la debilitaba, que le impedía tomar las decisiones acertadas ya que se dejaba influir por su corazón. Lexa le respondió sulfurada que era más que capaz de separar sus sentimientos del deber, como hizo con Costia. Sólo que ésta vez, si la Nación del Hielo dañaba a Clarke pensaba acabar con ellos como debió haberlo hecho por aquel entonces. Si lo hubiera hecho, quizás ahora nadie se atrevería a cuestionarla.