Me sentí mal, vine acá para alejarme de ellos pero no sé como me encontraron y por culpa mía ahora estas personas junto a mí están involucradas.
-Oye! Tranquila, vamos a estar bien. Nada va a pasar mientras estemos lejos de ellos.
-Claro, como si fuera tan fácil -suspiré.Mario es la única persona que sabe sobre mi problema y que puede ayudarme. Lo conocí en el colegio y aunque mayoría dice que tenemos una personalidad totalmente opuesta, nuestra amistad y confianza son inquebrantable. Mario conoce una casa en un pequeño pueblo llamado Aucayacu que estaba alejado de todo. Él maneja rápido pero con seguridad, evitaba parar en los semáforos, llevamos horas en el carro y se siente muy incómodo seguir sentada y sé que las personas que me acompañan también lo sienten y eso me hace sentir más culpa.
De pronto me siento un poco mareada y con náuseas intenté aguantar pero cada vez eran más fuertes hasta que sentí que el carro paró y rápidamente abrí la puerta y expulsé todo, no pude aguantar más, al cerrar la puerta del carro Camila me alcanza un poco de papel para poder limpiarme y se lo agradezco, saco un botella de agua que había guardado en el carro para poder calmarme y a la vez siento como el viento choca mi rostro; al sentirme un poco más relajada siento como mi cuerpo se desvanece y mis ojos se cierran lentamente mientras a lo lejos escucho una voz que dice «Descansa, que luego necesitarás energía» y el carro seguía su camino.
Cuando reacciono veo que estamos entre árboles pero todo estaba oscuro, sospeche que ya estábamos cerca, me acomodo en mi asiento y escucho la voz de Samuel atrás mío conversando con su novio, volteo para verlo y preguntarle cómo estaba pero él me gana y al verme, me abraza y yo le correspondo. Luego de preguntarnos por nuestra salud conversé con Fernando y Camila, les pedí perdón por lo que estaba pasando y en lo que ahora los había envuelto.
Par de horas después Mario nos indica que ya habíamos llegado y que bajemos tranquilos. Al bajar ayudo a Rodrigo a bajar a mi hermano y me encargo de ayudarlo un poco a caminar hasta adentro de la casa, lo acomodo en el mueble y lo abrazó.
- Luz, ven sígueme -dice Mario.
Me llama con una orden, lo sigo hasta un cuarto que se encuentra al fondo, cuando entro es una sala de estudio.
-Así que tú también puedes tener un salón así.
-Solo es para casos especiales, cierra la puerta.Me río un poco, cierro la puerta y admiro el cuarto luego dirijo mi mirada hacia él y veo que está enojado y no sé porque, normalmente nosotros no nos enojamos y cada una de unas miradas son como código para nuestras situaciones.
-¿Cuándo planeas decirle a tu hermano sobre esto? - me dice con un cigarrillo en la mano.
-No sé, sí, no sé - le gritó parada frente a la mesa- vine huyendo porque ya no aguantaba más. Fingí irme a otro lugar, no sé cómo me encontraron.
Comencé a llorar frente a él, me agarra del brazo y me jala hacia su silla para sentarme y tranquilizarme.-Ya no lo puedes ocultar más, tus amigos también están envueltos a pesar de no saber mucho.
-Maldita la hora en que me crucé con ellos -susurro- hablaré con Samuel.
-Ah! Por cierto, ¿cuántos meses tienes?
Me estaba limpiando las lágrimas cuando escuché su pregunta, me sorprendió mucho, cómo sabía él de esto, yo todavía no le he dicho a nadie sobre mi estado.
-Tú... ¿Cómo...? -pregunto.Quise preguntarle pero tocaron la puerta, Mario la abre y era Samuel le pregunto si pasaba algo pero solo se me quedó mirando. Mario lo deja pasar y me mira diciendo «Ya es hora» y cierra la puerta.
Ayudo a Samuel a sentarse en unas de las sillas del estudio, intento abrazarlo pero él me empuja suavemente.-¿Qué está pasando, Luz?¿Qué fue todo eso en la casa de mis padres?
No sabía cómo decirle todo, no podía involucrarlo más en este lío pero Mario tiene razón ya no puedo ocultarle todo esto. Lo miré y le extiendo mi brazo, él me agarró la mano.

ESTÁS LEYENDO
RECUERDO
Novela Juvenil¿Cuál prefieres luchar por el amor de tu vida o en la única persona que qieda de tu familia?