-te llamaré en cuanto llegue
-esta bien
-no diras nada?
-qué quieres que diga?
-no lo sé, que vas a extrañarme?
Mashiho había estado actuando extraño desde que salimos, estaba actuando como cuando recién lo conocí.
-si voy a hacerlo
-qué pasa?
-nada
-nos despediremos solo así?
El me miró serio, pero sólo duró unos segundo cuando vi sus ojos apuntó de derramar la primer lagrima.
-eres ta estúpido, porque no entiendes que no quiero llorar en público - escondió su rostro en mi pecho
-esta bien llorar, eso significa que te importo
-claro que me importas
-si sigues llorando no querré irme -levanto su rostro para limpiar sus lágrimas y negar
-debes irte
-entonces prometeme que no lloraras y que volveremos a vernos en cuanto podamos - asintió
-quiero conocer Corea y a tus amigos
-y yo también quiero eso, pero debes prometerme que te quedaras conmigo
-sin importar que, me quedaré contigo
Lo abrace, Mashiho era la persona más increíble y única que había conocido, me llenaba de paz tenerlo conmigo, me sentía feliz, confiado y seguro, el era todo lo que había necesitado alguna vez y es lo que quiero atesorar para siempre.
-debes irte
-lo sé
-no quiero que lo hagas
-tampoco quiero hacerlo, pero tengo que irme
-puedes hacer una cosa por mi antes de irte
-lo que sea
-tomemonos una foto juntos
-porque una foto?
-porque en este mes jamás nos tomamos una
Takata Mashiho estaba lleno de sorpresas y eso me encantaba.
-esta bien, pero dejame limpiar tu rostro - quite sus lágrimas de este y lo mire fijamente
...
Y así fue como me despedí de el, nuestra primera y última foto, por el momento, lágrimas, abrazos, y una promesa de una llamada que no fue respondida.