3. Ahora o nunca.

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Al siguiente día, iba pensativa en el auto camino a la escuela, me sentía triste, no había dormido, callada cavilé todo el camino, pero podía sentir como un dolor diáfano nacía en mi, miraba el cristal a mi lado, y me imaginaba una historia diferente si mamá jamás hubiese enfermado y jamás se hubiese ido.
A veces suceden cosas inexplicables, raras y normales, malas o buenas, pero no tenemos la certeza de porque suceden, solo pasan. Creo que eso es el destino, y creo que es algo en lo que no tenemos control. Me preguntaba, ¿Por qué Dios querría esto para nosotros? ¿Por qué nosotros?, era solo cuestionar al aire mismo y entrar en un mundo de filosofía infinito.
Llegamos al colegio. Tuve matemáticas cómo primera clase. Hablaban de ecuaciones de segundo grado o algo así, no me constaba. Nunca fui una chica de muchos amigos, más que mi querida amiga Kristine, hacíamos todo juntas. Todos reían en el aula, felices, hacían bromas unos a otros y me querían incluir, pero el gris de mi corazón no se marchaba ni por un segundo. Nada parecía tener sentido. Me quedé sentada en una banca a la hora de la clase de educación física. Todos jugaban fútbol, incluso las chicas, excepto yo.

-¿Qué sucede?- preguntó Kristine.
-Nada- dije rápidamente.
-¡Sí! ¡Claro! Y ¡yo soy Súper-man!- contestó sarcásticamente.
-Cuéntame.
-Es que... Bueno... Es personal...- repliqué.
-¡Lo único personal entre nosotras es el novio!- dijo y rió Kristine.
-Aquí no. -
-Bien... - Aceptó.
Fuimos a la bodega de mantenimiento, pues nuestra escuela era un campus enorme. Ese pequeño y escondido lugar era nuestro favorito, nadie iba ahí, solo nosotras, era cómo nuestro club. Llegamos, y ella atoró la puerta con una pequeña silla que estaba a su alcance.
-Ahora bien, te escucho- dijo Kristine.
-No lo vayas a contar a nadie, Kris, por favor- le pedí.
-Claro que no...
-Mamá, de la que te hablé desde hace 3 años, tiene cáncer...
-¿QUÉ?- gritó.
-Papá me dijo ayer, la fuimos a ver... Está en estado terminal y no sé que voy a hacer- murmure.
-¡LUCHAR! ¡SER FUERTE! ¡Eso harás!- me dijo.

------------------------------------------------------------UNA SEMANA DESPUÉS---------------------------------------------------

Fui a casa de mamá de nuevo, le encontramos desmayada en el suelo, la llevamos al hospital de inmediato, papá estaba histérico, era viernes por la tarde. Los médicos la llevaron a urgencias. Estaba muy grave. Las horas pasaban, y no sabíamos nada, papá empezó con llanto y yo le seguí.

El secreto de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora