Una semana de reposo

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Capítulo 20

En el cuál Akuma despierta en el hospital de Eientei. La conversación secreta de Reimu y Marisa. Una semana de descanso obligatorio.

Punto de vista de Akuma

Al abrir mis ojos, me encontré sobre una camilla, mirando a mi alrededor no había mucho, era una habitación de hospital con paredes hechas de bambú con un color amarillento, habían cortinas y sabanas blancas por doquier, unas escasas sillas a las esquinas de la habitación, una ventana abierta a través de la cual entraban los dorados rayos del sol... un leve aire golpeaba mi cara. En una de las mencionadas sillas se encontraba Sakuya Izayoi, la maid de Remilia Scarlet, sentada, de brazos cruzados y con la cabeza apuntando hacia abajo, evidentemente en señal de estar durmiendo.

Volteé a mi derecha y pude ver otra camilla, en esta descansaba mi oponente anterior Utsuho Reiuji, completamente cubierta de vendajes. Cuando intenté levantarme fue casi como ser electrificado, ya que no pude levantarme, era una sensación dolorosa incluso para mi... Era como estar destruido... Cuando hice esto, solté un gemido de dolor involuntario, como si apenas estuviese recobrando el control de todas mis facultades y coordinando mis sentidos. Me di cuenta de que mi cuerpo estaba envuelto en vendajes al igual que mi oponente, pero estos tenían mayor grosor y estaban cubriendo casi todo mi cuerpo. El inoportuno y descuidado sonido anterior alarmó a la jefa de maids de la mansión Scarlet devil, quien levantó rápidamente la cabeza y volteó hacia mi dirección mientras el viento movía lentamente sus trenzas pequeñas en su cabello.

Sakuya: Es un alivio saber que usted ha despertado Señor Akuma, no obstante he de pedirle que, por recomendación de Eirin Yagokoro, no intente mover ni un solo músculo...

Akuma: Qué diablos pasó... lo único que recuerdo fue haber pateado el trasero de esa cuervo infernal con su propio ataque, pero más allá de eso no puedo recordarlo...

Sakuya: Es muy poco en realidad de lo que se ha perdido, primero usted pudo gozar el mínimo tiempo de victoria, posteriormente perdió la conciencia, fue transportado hasta acá, hasta Eientei, una vez aquí, Eirin Yagokoro comenzó a desinfectar sus heridas, limpiarlas apropiadamente y casi de inmediato realizar una cauterizacion a heridas extremas y luego cubrirlas con vendajes... como podrá ver, la mayoría de las heridas en su cuerpo son de dicha categoría.

En ese momento comenzamos a escuchar pasos que generaban eco en los pasillos, estos pasos comenzaban a escucharse cada vez más cerca de nuestra locación. Eirin Yagokoro entró a la habitación sosteniendo un cuadernillo. Ella se dirigió específicamente a la camilla donde yo me encontraba y comenzó a mirarme de reojo y apuntando algo...

Sakuya: ¿Ocurre algo?

Eirin: No exactamente, solo me encargo de haber cubierto todas las heridas. Además de revisar si no hubo daño colateral tras acomodar varios huesos con golpes...

Akuma: Espera... ¿Qué demonios?

Eirin: Efectivamente, el hueso de su brazo izquierdo, su clavícula, su pierna derecha y una de sus costillas se reposicionaron, tal parece que de cierta forma, el cúmulo de energía que usted guardó comenzó a... por así decirlo, "inflar" su cuerpo, hasta que liberó dicha energía pero sus huesos se encontraban ya en una posición distinta. El cansancio y el dolor debieron hacerlo desmayarse tan pronto como el combate había terminado... las repercusiones fueron de hecho mayores a las de un combate común.

Sakuya: ¿Tiene alguna recomendación en particular?

Eirin: Bueno, tiene quemaduras de alto grado, heridas que dejarán cicatrices, huesos completamente adoloridos, déficit de energía para tan siquiera levantarse, posibles afecciones por la radiación... Mi diagnóstico sería una semana completa de descanso, sin peleas, sin entrenamiento, sin nada de eso.

¡Yo busco al más fuerte! Touhou x Akuma Lector MasculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora