¡Yo busco al más fuerte! Touhou x Akuma Lector Masculino

El camino a Eientei

Capítulo 15

En el cuál Akuma visita Eientei. Kanako brinda su "favor celestial" a Akuma. La broma de Tewi Inaba. Una chica misteriosa ayuda a Akuma. Los ojos de la locura. La bella princesa Kaguya. 

Punto de vista de Akuma

Así fue, Kanako entró al dojo gracias a Suika, y ahora tengo a una ebria y una diosa lucrativa adentro... Kanako se refería a que ella me hacía un "favor celestial" al ser una diosa en mi hogar sin embargo, ella comenzó a entrar en detalles lucrativos...

Kanako: Verás, esta es una situación gana-gana, yo soy una diosa, cualquier persona vendría a adorar a la diosa del templo Moriya aquí, pues queda más cerca que el templo en sí, claro que esto es por un tiempo limitado, pero tú tambien ganas porque si la gente viene aquí conocerá tu dojo y tendrás más alumnos. Tu rascas mi espalda y yo rasco la tuya... y tal vez pueda tocarte algo más...

Suika: Begone *hic* thot!

Akuma: Ahem, debo impartir clase. ¡Estaría bien si pudieran cerrar la boca por al menos una hora!

Me dirigí a la sala principal del dojo, ahí se encontraban al menos ocho estudiantes entre ellos Kosuzu. Noté que habían unos chicos nuevos, probablemente las noticias mejoraron la reputación del dojo.

Akuma: ¡Escúchenme debiluchos! Si vinieron a este dojo, es porque van a aprender técnicas de combate, no espero oír quejas, hablarán solo cuando yo lo ordene y el que no esté de acuerdo con eso que tenga las agallas de pararse frente a mí y decírmelo.

Nadie se atrevió, como era de esperarse, todos esos débiles rostros se volverían expresiones de ira y fuerza. Crucé los brazos y caminé al frente.

Akuma: En este dojo, "derrota" no es una palabra. ¿Están listos para patear traseros?

Todos: Sí, señor Akuma.

Akuma: ¡Nada de señor Akuma! ¡Aquí yo soy su Sensei y así se referirán a mí! ¿¡Se entendio!?

Todos: ¡Sí Sensei!

Akuma: Aquí aprenderán la técnica del Satsui no Hado, o como le dicen de donde vengo, el Hadou Oscuro. Así que no quiero llorones, aprenderán y se harán fuertes. Quienes aprenden el Satsui no Hado adquieren poder máximo, poder máximo significa ser un ganador. Quienes no aprenden este estilo son solo perdedores. ¿¡Qué quieren ser!? ¿¡Ganadores!? ¿¡Perdedores!?

Todos: ¡Ganadores!

Akuma: ¡Así es, ahora a trabajar!

Comencé poniendo preubas complicadas como cargar peso para los principiantes, mientras que para los estudiantes avanzados los puse a pelear entre sí. Mis mejores estudiantes peleaban brutalmente a su propio nivel, golpeaban sin piedad a sus contrincantes, así fueran sus amigos.

Al término de la clase, mis alumnos describieron algo que corría por sus venas, era el hadou oscuro, ellos decían sentir una ira que los hacía fuertes, era grandioso, probablemente a este paso tendré oponentes al nivel de Ryu. Luego de pagarme, los estudiantes se marcharon y yo decidí ponerme en marcha hacia Eientei, sabiendo que Kanako era más razonable que Suika, la dejé a cargo del dojo en lo que me marchaba.

A lo largo del camino pasé cerca de la aldea, por lo que tuve que cubrirme con una capucha y evadir cualquier posible encuentro con la sacerdotisa Hakurei. Continué mi camino, aunque me topé con ancianos que vivían por esa zona, algunos eran cortadores de bambú por lo que me contaban brevemente leyendas de Eientei. Realmente era un lugar famoso para estar en secreto... 

A medida que me adentre en el bosque de bambú el camino se hacía más confuso, la cantidad de bambú ahí en patrones casi iguales hacía dificil saber en qué parte específica del bosque me hallaba, el atardecer caía y yo desconocía el lugar donde me encontraba por lo que decidí subir sobre un bambú y tratar de ubicarme, al subir solo me encontraba con más y más bambú que se extendía hasta el horizone y se detenía hasta las montañas, ese dichoso Eientei seguramente estaba bien ocultado. Bajé del bambú y continué mi camino hasta que al pisar el suelo la tierra tembló y caí rápidamente, era una trampa escondida, al mirar arriba alguien me tiró huesos de pescado encima, afortunadamente estaban secos, sin embargo eso solo conjuró mi ira asesina.