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Jungkook comenzaba a preguntarse si todo eso era una simple, horrible y retorcida pesadilla de la que no lograba despertarse desde el primer encuentro con el extraterrestre.

Sus superiores habían dictado que no debía humanizarlo, ni darle señales de empatía, ni domesticarlo como a una mascota, porque simple y llanamente no era humano.

Era muy confuso despertar todas las mañanas, a las 6 a.m, y toparse con que en la puerta de "la habitación" del no-humano estaba escrito "Proyecto Hada".

Era muy confuso cuando todos los días, las mañanas, las noches y las madrugadas, la pequeña criatura gritaba de dolor, lloraba y vomitaba bajo las mantas evitando el contacto de cualquiera. Era vomitivo, el hecho tan discordante de no tratarse de un humano, pero más allá de NO SER, aparentarlo. Jungkook podía sentir cómo su cerebro se fracturaba en dos por cada minuto encerrado junto al sujeto de experimentos.

Había destrozado los cuerpos de todas esas personas sin remordimiento alguno, luciendo sin emociones o alma que poder condenar ¿Por qué de repente se veía tan dolido y atemorizado?

Podía ver el miedo y dolor en los temblores del diminuto cuerpo maltratado, también notaba los mechones rubios que dejaba atrás cada vez que un guardia uniformado lo jalaba del cuero cabelludo a través del piso.

Todo ese forcejeo y maltrato por no querer asistir a las pruebas médicas. Siempre que salía del laboratorio Jeon lo encontraba repleto de pinchazos morados y pequeñas, pequeñísimas, heridas negras alrededor de sus brazos y cuello.

Incluso si su encuentro-descubrimiento fue sanguinario, violento, bizarro, horrible y sin alma que juzgar... El Hada seguía sufriendo como un animal de zoológico, una cría de venado asustada.

Tal vez Jungkook creía que se lo merecía por asesinar a todo su grupo de pares, pero ¿Quién podría culpar al Hada por reaccionar así? Había visto su dolor desde un principio, cómo lo arrastraban fuera de su capullo y era expuesto a miles de ojos y cosas que desconocía.

Le habían maltratado desde el momento cero ¿Por qué no reaccionaría así? ¿Por qué sería dócil? ¿Por qué no sufriría y pelearía con todos allí?


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Esta no era la primera vez que Jungkook estaba a las 3 a.m, en el baño de su Hada personal, preparando el baño de agua caliente para la pequeña criatura luego de un dia largo y agotador de pruebas, exámenes, interrogatorios en los que no decía ni una palabra, e idas y vueltas de un lugar a otro sin probar bocado de absolutamente nada. Y para su desgracia, tampoco iba a ser la última vez porque, por alguna razón, su jefe se esmeraba en presentar al Hada entre la élite en cenas de negocios con inversionistas, futuros socios, posibles compradores de la tecnología y todo un mundo que, en general, Jungkook desconocía hasta cierto punto.

Fairy Project . VOL.1 | Taegi-jikook CORREGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora