Aprisionado. [GtavRolplay]

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Raúl se giró a mirar a Horacio fulminándolo con la mirada

—Es que vos no tiene nada que ver aquí, ni siquiera estos pibes. No tengo razones para decirle nada a vos.

Se volvió a levantar para colocarle su pie encima del estómago de Gustabo

—Pero él si, se merece una buena patada en los huevos por dejarme tirado sabiendo que, ché, no tenía ningún amigo y aún así no dudó en alejarse, idiota –comenzó a hacer presión sobre su estómago cada vez con más fuerza

—R-Raul, para, ¡n-no tiene gracia! –trató de apartarlo como podía pero sin resultados.

—Tiene la misma gracia que dejame tirado

- Hasta aquí llegamos.- gruñó.

Horacio pisó con todas sus fuerzas a uno de los que lo agarraban. Impulsando su cuerpo, logro empujar al otro para que chocase con el que se quejaba por el pie.

Se acercó a Raúl y le dio un puñetazo que lo empujó contra la pared.

Horacio jadeaba audiblemente mientras se acercaba poco a poco.

Su mirada estaba completamente ida. La acumulación de sentimientos lo había dejado colérico.

Sentía impotencia abismal por qué el otro ni si quiera confío en él, sentía rabia y furia por Raúl. Simplemente no había nada de luz ahora sobre él. La acumulación de todo estos sentimientos simplemente lo cegaban.

Un barrote de esa jaula se rompió. Liberando solo el hocico de esta.

Horacio se crujió sus nudillos mientras de acercaba poco a poco, creando unos segundos de tensión solo para poder sentir su miedo

Gustabo se quedó mirándolos a los dos, estaban justamente al lado suya así que los podía ver perfectamente. Volvió a limpiarse la nariz con su manga y trató de levantarse poco a poco.

Se puso detrás de Horacio, dispuesto a calmarlo para que se fueran de allí, pero no tuvo oportunidad de hacerlo cuando sintió como su visión se volvía negra y su boca era tapada por una mano poco esperada.

Los otros dos se habían conseguido recomponer justo a tiempo para ir a por él. Sin hacer nada de ruido, a espaldas de Horacio, arrastraron a la fuerza a Gustabo lejos de Horacio y Raúl

Raúl vio todo aquello, ya que estaba de frente y no de espaldas como Horacio así que sonrió bastante triunfante a pesar del dolor por el golpe contra la pared

—¿Qué querés vos ahora? No tenés nada que ver aquí así que no entiendo qué intentas –lo tomó se su camiseta acercándolo a él antes de que el otro lo hiciera– Aunque si querés comerte la pinga yo estoy dispuesto

- Ah sí? Que propuesta más interesante.-

Con su mano, agarró la entrepierna del otro con todas sus fuerzas, incluso le estaba clavando sus largas uñas y eso que el otro tenía un vaquero.

- Cuéntame más...- apretó más fuerte.- Chilla. - ordenó golpeándolo contra la pared. - Solo eres un crío pequeño.- con la mano libre le agarró el cuello con fuerza.

Raúl se retorció de dolor contra la pared, no pensó que él otro sería capaz de aquello a decir verdad.

—¡Conche su madre! ¡Agh! –gritó tratando de apartarlo de él como podía.

Mientras tanto los otros dos se habían llevado a Gustabo a la zona más oscura de aquél callejón. Lo tiraron con fuerza en el suelo.

—Qué coño queréis vosotros, ir a ayudar a vuestro compañero y dejadme en paz a mi, joder –se quejó tratando de buscar una pared donde apoyarse, pero como todo era oscuro le era prácticamente imposible.