Gustabo correspondió aquellas palabras con una pequeña sonrisa temblorosa. Asintió lentamente y se quedó callado para tumbarse en la cama de nuevo. Se lo había prometido, y esperaba que lo cumpliera.
[ *Varios años después* ]
Pasó mucho tiempo desde la última vez que ambos se encontraron con Raúl. Horacio había hablado seriamente con Gustabo sobre él y ambos coincidieron que no era una mala persona, aún así, Gustabo aceptó él mismo el hecho de que no lo parara en aquel momento de la fiesta, por lo que decidió no volverse a juntar con él.
Y así fue.
Trató de evitarlo a toda costa, se lo encontrara por donde se lo encontrara, en clase, en la calle, donde fuera, pero no quería saber nada de él.
Ahora ambos tenían los 18 años, o al menos Gustabo, ya que Horacio al ser unos meses menor todavía tenía los 17. Habían cambiado todo prácticamente. Desde aquel momento Gustabo se había vuelto más frio y con mayor repulsividad hacia las personas que no conocía. No necesitaba a ningún amigo a su lado teniendo a Horacio. Lo protegería a toda costa, pasase lo que fuera a pasar. Pero al menos, su relación con él había sido más abierta y trataba de al menos dejarse tocar o abrazar, aunque solo se lo permitía a él, nunca le había gustado mucho el contacto físico.
Horacio durante esos años había intentado cumplir su promesa.
Se encerró a si mismo en una jaula por dentro. De hecho, jamás volvió a llorar. Actuaba distante con todos, excepto con Gustabo.
Con Volkov de vez en cuando hablaba, pero muy poco. Se llevaba bien, pero no eran amigos. Le agradecía internamente por las palabras de ánimo que necesito hace años, pero sabía que ambos no congeniaban mucho para ser amigos.
Su estilo en la discoteca no fue para llamar la atención, realmente le gustaba, y se demostró en cuanto se vio que no lo dejaba atrás. Usaba sudaderas cortas, y ya tenía varios piercings, y solía usar gargantilla negra y maquillaje.
Obviamente hubo una época donde le empezaron a criticar por su estilo de vestir o por su atracción sexual, a si que fue en ese momento, donde se dio cuenta... Que todo había cambiado.
Les había metido unos puñetazos que estaban en el suelo, mirándolo desde abajo. Ni si quiera sintió pena por ellos, ya que quien se mete con el físico o lo que le gusta a alguien, no tiene perdón. La mayoría de veces tenía un pincho en su bolsillo, simplemente para amenazar, no tenía intención de usarlo para otra cosa.
Su pequeña bestia estaba encerrada en una jaula, aprisionada sin poder expresarse.
Ya no sonreía con sinceridad. Ni tampoco se sentía completamente feliz. Pero la tranquilidad que le daba Gustabo cuando lo abrazaba le servía por completo.
Empezo a tener leves sospechas de que tenía sentimientos hacia él. Pero simplemente los guardo al igual que guardo a "todo el Horacio" en la jaula. Los ignoró por completo mientras se metía en fiestas y se liaba con gente. A parte que su cuerpo se desarrolló bastante pronto, ahora era mucho más alto que gustabo, aunque para él no era la gran cosa. Fue bastante al gym a si que aprovechó 100% eso para llamar la atención en las discotecas, y vaya que lo hizo.
Empezó a ser popular por eso, pero al no interesarle una mierda, ignoraba a todos los que se acercaban. Pasaba de ser popular, no quería nada.
Ni si quiera sabía lo que quería hacer con su vida. No tenía planes, simplemente de dejaba llevar.
Ahora buscaba entre sus sudaderas y conjuntos, buscando nuevas combinaciones
- Que llevarás hoy Gustabo?.- susurró mientras agarraba una chaqueta blanda.- Está me encanta...
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Aprisionado. [GtavRolplay]
Fiksi PenggemarLa historia está realizada por mi y por @junkiii_55 //Advertencia// Shipp Gustacio (MUY leve) Lenguaje grosero +18 algunas partes Mención de suicidio, asesinato y sangre. Historias intercaladas entre Horacio y Gustabo. > Horacio desde pequeño a ten...