«°Our house°» [Studoc/2doc]

°Capítulo 3°

Hoy Stuart se levantó muy temprano, más de lo habitual, y con muchísima energía. Quería despertar a Murdoc para que se fueran juntos a hacer cualquier cosa, solo queria estar con él.
Murdoc no se despertaba, y cuando despertó, le dijo de muy malas maneras a Stuart que estaba cansado y no lo molestara; así que como no tenía nada mejor que hacer, fue al restaurante para poder pasar la mañana con sus nuevos amigos.

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—¿No crees que Murdoc es muy amable con Stuart? —comentó Noodle, que servía cafés en la barra, delante de ella estaba Russel.

—Murdoc también tiene su lado amable—contestó Russel mirando una revista sobre música que había en el restaurante.

—Ya pero con Stuart es diferente, ¿no lo notaste? —dijo la nipona, algo alterada, ya empezaba a imaginar un romance entre esos dos.

—¿Estás insinuando que ellos dos se aman? —dijo Russel levantando la cabeza de la revista.

—A ver—empezó Noodle, apoyándose en la barra para poder hablar bien con su amigo—yo no digo que ellos ahora tengan algo, pero el amor puede empezar a fluir cuando menos te lo esperas—dijo con un tono risueño.

—No niego que tienen una buena relación, y eso que no se vieron en años, es como si hubieran estado juntos todo este tiempo—comentó Russel, dándole la razón a su amiga.

—¿¡A qué si!? — gritó Noodle escandalosamente, la empezaban a mirar mal—si es que tengo un sensor de buenas relaciones. — dijo orgullosa.

—¿pero que dices? Si se nota a kilómetros—contestó Russel con un tono burlón.

Y ya no pudieron hablar más de ese par en toda la mañana; Stuart entró algo tímido al restaurante, la barra estaba lejos de la puerta, pero lo reconocieron enseguida por su llamativo físico. Stuart los vió y se acercó a ellos.

—¡Hola de nuevo, Stuart!—dijo Noodle, sacando del refrigerador una cerveza para el peliazul —que raro que no venga Murdoc, te tiene bien vigilado.

—Es que estaba cansado y quería dormir más tiempo, aunque claro, es verdad que yo me desperté muy temprano—dijo Stuart dando un sorbo de su cerveza.

Russel y Noodle intercambiaron miradas, estaban pensando lo mismo. Ahora que el azabache no estaba con ellos, le podrían preguntar a Stuart lo que piensa de él.

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Luego de un rato, Noodle encontró el momento preciso para hablar sobre Murdoc con Stuart.

—Sabes que me hizo Murdoc hace un tiempo?—dijo ella, mirando a Stuart; éste la miró esperando que contara la anécdota.—Me trajo a casa una caja llena de gatitos abandonados, el no los quería y le daba pena verlos allí en la calle, así que me los dio a mi. Ni siquiera le importó mi opinión, me los dio y ya, aunque sí me gustó que los dejara conmigo— dijo la nipona, recordando ese momento con una sonrisa, Russel también sonrió: recuerda que Noodle, cuando Murdoc le dio los gatitos, estaba muy feliz, más de lo habitual. Stuart se sorprendió por el detalle que le hizo Murdoc a Noodle en ese entonces. Le habría gustado ver como Murdoc le daba los gatitos.

—Y tú que piensas de Murdoc, Stu?—preguntó Noodle, intentando disimular lo mejor posible. Russel la miró, pensó que lo preguntó en el momento perfecto, igualmente, disimulando o no, Stuart no se habría dado cuenta que todo estaba planeado por ese par de cotillas.

—Bueno, pienso que Murdoc es el mejor amigo que he conocido, a veces le gusta molestarme, pero siempre está y estuvo ahí para mi, fue la única persona que se interesó en mi.—lo que acababa de decir sonaba muy triste, aún así, Stuart sonreía.
Russel y Noodle se entristecieron un poco por su amigo, aunque se alegraban de que su relación con él sea tan buena.

—Alguna vez pensaste que te podría gustar Murdoc?—preguntó el moreno a Stuart, el se sonrojo un poco, realmente no se lo esperaba.

—Pues no sé, nunca pensé que me podría gustar Murdoc, aunque él no me desagrada...—respondió el peliazul, ahora no paraba de pensar si le gustaba o no.

—Bueno, eso al final se descubrirá cuando pases más tiempo con el.—respondió Noodle, parecía una experta en el amor.
A Stuart le entraron unas inmensas ganas de llegar a casa para pasar tiempo con Murdoc, y eso fue lo que hizo, se despidió de sus amigos y se dirigió a casa. Andaba con paso rápido, ni siquiera sabía porque, sus piernas se movían solas. Y porque de repente tendría tantas ganas de ver a el azabache?

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Volví xd, ahora si podré
publicar más seguido,
Espero que les guste UwU.