El día no empezó muy bien para Murdoc Niccals: se levantó a las seis de la mañana (no muy propio de él) a dar un paseo y fumar, pues no pudo dormir mucho la noche pasada. Luego se fue a casa y se entristeció al no ver a Stuart por ninguna parte de la casa.
-Lo más seguro es que esté en la tienda de su tío-pensó, y se fue de casa para ir a ver a su hermano Hannibal. No tenía ningunas ganas de verlo, pero al fin y al cabo eran familia, y seguramente pasara algo grave para que lo llamara de repente.
Llamó a la puerta de la casa de su hermano. estaba un poco nervioso, hacía mucho que no veía a su hermano y no tenía ni idea de porque le había llamado. La puerta se abrió y lo recibió una chica de la altura de Murdoc, con el pelo muy largo y rubio y ojos verde oscuro.
-¿Tú eres Murdoc?- dijo la chica, recibiendo al azabache.
-Emm... si, ¿está mi hermano?-preguntó él, aún mas confundido.
-Si, pasa, esta muy emocionado por verte-dijo aquella chica, susurrando para que
Hannibal no lo pudiera oír, Murdoc se alegró un poco al escuchar eso; su mañana iba mejorando poco a poco.Entró y vio a su hermano mayor fumando en la mesa de su sala de estar, la chica rubia dijo que era la novia de Hannibal y que llevaban 3 años juntos, Hannibal se sentía un poco mal por no habérselo contado antes, pero a Murdoc le daba igual.
-¿Para que me necesitabas?- soltó Murdoc, de pie enfrente de su hermano con los brazos cruzados, intrigado.
-Bueno primero de todo...-empezó Hannibal cabizbajo-lo siento mucho por cómo te he tratado todos estos años, y ni siquiera me contacté contigo por 5 años, espero que puedas perdonarme.
-No hay nada que perdonar, y tampoco arreglarás nada pidiendo disculpas, pero gracias por pensar en llamarme y pedirme perdón-Murdoc estaba entre feliz y enfadado, más feliz que otra cosa, no se esperaba para nada que su hermano se disculpara tan de repente- ¿hay algo más que quieras contarme, o solo me llamaste para disculparte?
-No, hay algo más: nuestro padre se mudó cerca de Asia, y no va a volver.-dijo Hannibal, sonriendo a su hermano. Cualquiera estaría triste si le dijeran eso, pero ellos en ese momento eran los hombres más felices del mundo.
-¿Es en serio? Dime que no es una broma-dijo Murdoc, sin poder creerlo, incluso le daban ganas de saltar de alegría.
-Es en serio, hoy me llamó nuestro padre y me lo dijo, no chillé de emoción por teléfono por respeto.-los dos hermanos rieron a carcajadas. La novia de Hannibal los miraba con una bonita sonrisa.
Ya todo estaba arreglado entre los dos hermanos, y ya no tendrían un "padre" problemático que les arruinara la vida, aún siendo mayores de edad.
Murdoc se fue muy feliz a ver a Stuart, que ya debía de haber acabado de trabajar.~~
-Solecito~ -dijo el azabache cuando entró por la puerta de la casa. Vio a Stuart tocando la melódica en el sofá de la sala de estar. Stuart reaccionó al dulce apodo de su amigo.
-¡Hey Mudz! Pareces feliz-Stuart dejo la melódica a un lado y le cedió asiento a Murdoc en el sofá.
-Lo estoy, además de que mi padre se fue del país, hice las paces con mi hermano, no sabes lo emocionado que estoy-Murdoc desprendía felicidad solo con verlo, tenía una amplia sonrisa que absolutamente nadie le podía quitar, tenía un intenso brillo en los ojos y estaba inquieto. A Stuart le entraron muchas ganas de besarlo, pero no lo hizo.
-Oh por budha, ¡eso es genial, me alegro muchísimo por ti, Mudz!-Stuart se alegró muchísimo por su amigo, por fin era feliz del todo. El menor se abalanzó hacia su amigo y lo abrazó con todas sus fuerzas. Murdoc le devolvió el abrazo, y estuvieron abrazados, sintiendo el calor del otro por 3 minutos. Luego se apartaron y se miraron a los ojos por un buen rato. A Murdoc le encantaban los ojos negros y llenos de expresividad de su amigo, y a Stuart le fascinaban los ojos bicolor de su amigo: unos ojos bonitos y vivos, aunque no lo parezca a simple vista.
Luego de mirarse por un rato, Murdoc se dio cuenta de que estaban en un momento extremadamente incómodo. Así que puso la excusa de que tenía que comparar tabaco porque ya no quedaba, y Stuart le pidió que le comprara otra cajita para el.-Vaya, eso fue muy gay- pensó Murdoc, pasando por las calles cerca de su apartamento. Ya había comprado tabaco, pero le apetecía pasear.
Pensó que ese día era un día genial para pasar una noche divertida con sus amigos, beber, jugar juegos de mesa, videojuegos, ver películas... Realmente estaba de muy buen humor y le daban unas tremendas ganas de tener una de esas noche; hacía tiempo que no hacía fiestas con sus amigos, así que preguntó a Russel, Noodle, y como no, a Stuart, si querían pasar una buena noche como ninguna otra, y por supuesto aceptaron.~~
Murdoc alquiló un pequeño garaje para que ellos cuatro lo pasaran bien sin que nadie los molestara, incluso pusieron música a todo volumen y compraron una pequeña bola de discoteca, y como no, compraron muchísimos aperitivos y bebidas. Noodle aún era menor, así que se conformaba bebiendo Coca-Cola, los chicos compraron las suficientes cervezas para acabárselas todas. A Noodle le daba gracia la idea de que alguno de sus amigos se emborrachara. Murdoc daba mucha gracia cuando estaba borracho, y Russel hablaba más de lo normal, y tenía curiosidad por cómo se vería Stuart ebrio.
Russel estaba en una esquina intentando beber toda una botella de golpe, ya que Murdoc le había retado. Noodle y Stuart estaban bailando en el centro de la sala. Murdoc miraba como ellos bailaban, Noodle bailaba muy bien, definitivamente sabía moverse, y Stuart daba mucha gracia cuando bailaba, aunque a Murdoc le parecía muy tierno. Le daban ganas de bailar junto a él, pero no sabía bailar y sabía que haría el ridículo, así que se quedó con Russel.
Luego de un rato, Russel ya estaba en el baño vomitando, y Murdoc estaba parado en la puerta, igual de ebrio que el, riéndose del panorama. Stuart estaba intentando tranquilizar un poco a Russel, y Noodle estaba aún bailando. Stuart tenía bastante resistencia así que no estaba tan ebrio como sus amigos, por eso se encargó de cuidarlos.
-Si tienes ganas de vomitar tú también me lo dice, ¿vale?-dijo Stuart, mirando a Murdoc.
-Que sí que si, no hace falta que me lo repitas cada vez-dijo Murdoc, estirando a Stuart del brazo para que dejara a Russel a lo suyo y que le hiciera más caso a él.
-Por budha, Mudz, eres todo un celoso- dijo Stuart riendo y acariciando la cabeza del azabache.
-Puede ser-contestó el mayor-¡Oye Noodle! Stuart y yo vamos a tomar el aire, encárgate de Russel por mi.
-Querrás decir por mi-le chinchó el peliazul.
-Bueno vale, pero me debes una-dijo Noodle, acercándose al baño donde se encontraba Russel.
Los dos amigos se sentaron en la acera en frente del pequeño garaje. Hablaron de cosas variadas hasta que el silencio inundó toda la calle, eran solo ellos dos.
-¿Sabías que hoy estás hermoso?-preguntó es azabache de repente, a Stuart le sorprendió y se sonrojó un poco, no sabía que contestar así que se quedó mirando a su amigo.-Bueno, siempre estás hermoso, pero no me atrevía ha decírtelo.
-Gracias, Mudz, no sé qué haría sin ti-al fin, Stuart pudo decir algo, aunque casi no le salía la voz y sus manos le temblaban. Estaba muy nervioso, no sabía si decirlo o no, al final optó por decirlo.
-¿S-Soy el único que siente esto?-dijo Stuart, mirando fijamente a su amigo. Tenía miedo de que Murdoc no entendiera a qué se refería, o que fuera rechazado, o que le diera un infarto de repente de lo rápido que iban sus pulsaciones, pero lo dicho ya estaba dicho.
-No, Stu, no eres el único- contestó Murdoc.
El mayor se acercó a Stuart y le dio la mano, acarició su pelo y luego su mejilla, se acercó lo suficiente para darle un beso dulce y largo en los labios. Ellos dos ya habían besado a muchas chicas años atrás, pero nunca disfrutaron tanto de un beso.~~
Alv, 1423 palabras
bueno, ya esperaba este
capítulo, me emocioné
hasta yo xD, espero
que os haya gustado UwU
(A si, podéis ver que las
"decoraciones del titulo"
no son las de siempre y
eso es porque solo puedo
poner esas cositas en otro
dispositivo, el fin de
semana lo cambio sin falta)
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«°Our house°» [Studoc/2doc]
FanficMurdoc Niccals y Stuart Pot son amigos de la infancia, pero hacía ya mucho que perdieron el contacto. Cuando Stuart cumple la mayoría de edad decide irse a vivir con Murdoc en su apartamento en Londres, donde conocerá muchos amigos, y también el amo...