No entendía nada de lo que estaba sucediendo.
Así que corrí.
Me sumergí en la oscuridad con la única luz de mi varita. Recorrí el pasillo larguísimo que había caminado antes y trepé casi arrastrándome por la tierra. El corazón me latía a toda velocidad y estaba desesperada por salir de allí.
- ¡Severus! - comencé a gritar, no podía llegar hasta el borde del hoyo.
- ¿Yasmine? - escuchar su voz me alivió. Segundos después, vi su cara asomándose. - ¡Yasmine!
- ¡Ayúdame! - exclamé, extendiendo mi mano.
Literalmente, parecía como si el pasillo detrás de mí se cerraba y la tierra se arrimaba contra mí.
- ¡Rápido!
La tierra de por sí me había tomado los pies y me estaba cubriendo el cuerpo del torso para abajo. La cueva se cerraba, era como si una vez que alguien entrara ahí, nadie más podría.
Severus me tomó la mano y tiró con fuerza para sacarme de allí. Me impulsé hacia arriba y mi amigo se forzó cada vez más. Por fin, logró sacarme de allí y caí sobre él. Eché un vistazo hacia atrás. El hoyo se había cerrado y la tierra lo había cubierto, como si nunca hubiera estado ahí.
Las lágrimas se escaparon de mis ojos descontroladamente. Severus había caído sentado y yo estaba sobre la tierra, pero apoyada sobre su cuerpo, mi cara pegada a él. No quería separarme, de verdad no quería. Mis lágrimas se derramaban por mis mejillas y no podía detenerme. Mis labios temblaban por frío y miedo como mi cuerpo.
- Yasmine... - habló Severus, quien tenía sus brazos alzados. - Estás bien, estoy... estoy aquí...
Apreté mis labios, intentando tomar el control. Me separé de él para mirarlo. Él hizo una amague para tocar mi rostro con las mangas de su túnica.
- Quería... secarte las lágrimas - murmuró y asentí. Sentí la tela de su túnica limpiar las pequeñas gotas.
Nos mantuvimos en silencio unos tres minutos. Respiré hondo para calmarme. Severus me tomó los hombros por detrás y los acarició. Me relajé, cerrando los ojos y tratando de no pensar en lo que había pasado allí abajo.
- Volvamos a Hogwarts - dijo él en un tono sereno, pensé que estaba nervioso al estar aquí de noche. Se incorporó y luego me ayudó a levantarme.
Atravesamos el Bosque Prohibido con la luz de la luna por encima de nosotros. No hablamos y le agradecí a Severus por dentro por no haber preguntado nada. Lo mejor sería hablar mañana. No quería regresar jamás a este bosque, me había dejado demasiado asustada por alguna razón.
Tardamos como media hora o cuarenta minutos en llegar a los límites. No sabía que hora era, pero el sol todavía no se había mostrado por el este. Miré hacia la cabaña del guardabosques y golpeé a mi amigo en su brazo ante la sorpresa: Hagrid estaba saliendo, viéndonos con asombro.
- ¡Oigan! - nos llamó el guardabosques a los gritos para que no escapáramos. Se aproximó a nosotros. - ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué están saliendo del Bosque a las cuatro de la mañana?
Severus y yo nos miramos de reojo.
- Curiosidad - dijo él entre murmuros. Me tomé el tabique de la nariz.
- ¿Les ha pasado algo? - nos preguntó Hagrid con voz de preocupación. - ¿No se hicieron daño?
- No, no - negué de inmediato. - Estamos bien.
Hagrid inspeccionó nuestras expresiones.
- Está prohibido el bosque, ¿lo saben? Nadie puede entrar allí. Tendré que decirle al director sobre su comportamiento, no pueden ir a un lugar tan peligroso como ese teniendo once años.
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DEFENSIVE | Sirius Black [MEH #0]
FanficYasmine Edevane no parecía una Slytherin. Ella simplemente creía que no esa era su casa, que no tenía ninguna de las virtudes requeridas. Solo que era cerrada y seria. Yasmine no solía estar mucho de buen humor ya que ella había dejado a su madre y...