Esto parecía una novela. Ahora tendría que pasar tiempo con el chico que me cae mal y molesta a mi mejor amigo. Qué irónico.
- ¿Por qué hiciste eso, Yasmine? - me preguntó Severus mientras nos alejábamos cada vez más de los Gryffindor. Me estaba retando, definitivamente.
- ¿Por qué crees? - quise alzar las manos con enojo, pero todavía tenía mis libros en mis brazos. - ¡Ellos no paran de burlarse de ti todos los días!
- ¡Y eso a ti no te tiene que importar! - exclamó con enojo.
Me detuve y él también. Ambos nos miramos con el ceño fruncido.
- No te entiendo, Severus, sinceramente.
- Tú no entiendes - su rostro mostraba molestia. - Es mejor no darles atención a los Gryffindor, ya te lo he dicho. Ahora te has ganado un castigo por meterte en donde no te llaman.
Pestañé varias veces, como recalculando la información.
- No necesito que me defiendan.
- Es broma, ¿verdad? - estaba indignada. - ¡Tú no haces nada para que dejen de molestarte y yo quise ayudar... a ti! - sentía que mis mejillas se ponían coloradas. - ¡Eres mi amigo y no me gusta que te pasen por encima!
- ¿Pasarme por encima? - inquirió con las cejas alzadas. - ¿Crees que me pasan por encima? ¡Ahora me pasaron por encima al ver que una chica me defendía!
Sentí como si me dieran un golpe en el pecho y apreté mis labios, asintiendo.
- No puedo creer esto.
- Apártate de esto, Yasmine, no te conviene ni defenderme ni dirigirles la mirada o palabra a esos chicos. No querrás terminar de nuevo en otro castigo.
- Esto lo hice por ti - repetí como si a él de verdad le importara.
- Pues no lo hagas más.
Me di la vuelta para comenzar a caminar tan rápido como pude hacia las mazmorras. Me crucé con Lily mientras avanzaba y ella me saludó con la mano, pero no respondí. No podía creer lo que Severus me había dicho.
Pasaron las horas y me quedé en la habitación sola. Un sábado de pleno sol. No le di importancia, no tenía ganas de hacer nada; y menos de ir a ese castigo con Black.
No me di cuenta que ya estaba anocheciendo hasta que una compañera entró por la puerta y me habló:
- El profesor Slughorn quiere hablar contigo, te espera abajo. Me dijo que te avisara.
- Bien, gracias.
Me incorporé y bajé las escaleras. Observé al jefe de Slytherin mirando la chimenea y me acerqué a él.
- Oh, Yasmine - me saludó al verme. - La profesora McGonagall programó el castigo para dentro de diez minutos.
- Genial - dije sarcásticamente.
- ¿Qué ha pasado? - se interesó por saber.
Pensé en si debería contarle o no sobre los cuatro chicos y Severus. Dudé unos segundos, pero luego respondí:
- Black y yo nos llevamos mal, eso es todo.
- Pero no puedes empezar un duelo por eso - agrandó sus ojos.
- Yo no empecé, fue él - me crucé de brazos. - Da igual, ahora tendré que ir.
Slughorn me dio una palmada en el hombro derecho.
- Cualquier inconveniente que tengas, no dudes en decirnos a los profesores.
Asentí y me apuré para salir de la sala común. Observé que Severus y Lily estaban cerca de la entrada, en la parte de afuera, hablando de quien sabe qué. Por un momento, cruzamos las miradas, pero la desvié antes de que pudiera pensar en aquello de nuevo.
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DEFENSIVE | Sirius Black [MEH #0]
أدب الهواةYasmine Edevane no parecía una Slytherin. Ella simplemente creía que no esa era su casa, que no tenía ninguna de las virtudes requeridas. Solo que era cerrada y seria. Yasmine no solía estar mucho de buen humor ya que ella había dejado a su madre y...