Capítulo 2

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El miedo se apoderó del pequeño cuerpo de Rock Lee, quien temblaba abrazándose a si mismo ocultado el rostro entre sus piernas para evitar ver el cadáver de aquel hombre que minutos antes había muerto por culpa de Gaara. El grito desesperado de ayuda que escapo de sus labios fue la señal más clara que había caído en la desesperación por saber que no había escapatoria.

—¡¿Qué diablos sucedió aquí?!

Ver la figura de aquella mujer luego de tanto tiempo solo ocasionó que la mente de Rock Lee la idealizara como a un ángel que llego para salvarlo, corrió pequeños pasos hacia ella como un salvavidas en medio del peligroso mar.

—Ayúdame por favor — dijo con su voz temblorosa mientras lloraba.

La joven mujer lo tomó fuerte de los brazos para separarlo de ella, el contacto físico con los hombres y los niños era lo que menos le agradaba pero ver el rostro lleno de lágrimas y sentir el pequeño cuerpo de Lee temblar de miedo le removió las entrañas en un sentimiento extraño.

—Tranquilo — dijo con voz dulce mientras le acariciaba el rostro — Sígueme

Ni quisiera tuvo que pensarlo cuando empezó a seguirle los pasos aquella mujer conduciéndolo escaleras arriba. El ambiente en la superficie era mucho más agradable que ese pequeño y frío sótano. Se sorprendió mucho al sentir un tibio calor de "hogar".

A un costado de la cocina estaba el comedor. Del otro lado, la sala en donde una ronda de hombres sentados en una mesa jugando Póker acompañados de unas cervezas y unos cuantos cigarrillos. Los tipos, algunos grandes y fornidos de apariencia intimidante acompañados de armas, pero entre todo aquel ambiente y aquellas personas su mente logró divisar el punto más importante de aquel lugar, la salida.

—¡Hey! Ven aquí

Doblando el pasillo estaba otro lleno de puertas de varias habitaciones, reconoció la puerta de la noche anterior y su mente volvió a reproducirse el momento en que Gaara lo tomo súbitamente cuando lo beso después de matar a ese hombre, cerró sus ojitos mientras agitaba la cabeza para dispersar esos pensamientos.

—¿Estas bien?

Cuando abrió los ojitos estaban frente a una habitación, no supo en que instante la mujer abrió aquella puerta.

—Entra —ordenó.

Rock lee obedeció, la habitación era de proporciones pequeñas, muy básica, paredes blancas, piso limpio y  cama con sábanas.

—Toma un baño —dijo señalando una puerta a un costado de la habitación— traeré ropa limpia que puedas utilizar— la voz de mando de la jovencita era parecida a la de un general, como si estuviera dictando una orden.

—Gracias

Temari observo fijamente por largos segundos al pequeño Lee y se fue sin decir nada más.

[...]

La fría carretera proporcionaba el escenario perfecto para sus maléficos pensamientos.

"Haz lo que tengas que hacer, pero desaparece a ese niño, nadie debe saber que aún sigue vivo"

Recordó lo ultima orden que se le dio antes de irse, sabía perfectamente lo que iba hacer, el calvario de Rock Lee estaba por empezar, lo haría sufrir, quería verlo llorar y suplicar por un poco de compasión. Porque solo en esos actos encontraba un poco de placer y lo motivaba a seguir viviendo una vida la cual nunca pidió ni deseó pero no conocía otra cosa que no fuera el sufrimiento y el dolor.

Deseaba poseerlo, quería sentirlo en todo su ser, no necesitaba la aprobación de nadie. Rock lee no sería feliz, lo tendría para su propia satisfacción porque Gaara era posesivo, maligno, un demente de esos a los que se les debía tener miedo.

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