Capítulo 5

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Habian pasado muchos días desde aquel ultimo incidente, Gaara lo obligaba a dormir junto a él en las noches y en varias ocasiones volvio hacerle daño, lastimandolo superficialmente y curandolo al rato, como en un juego enfermizo que lo entretenia. Rock Lee sabia que Gaara era mentalemente inestable, lo supo con solo ver la forma tan erratica en la que se comportaba y porque Temaria se lo habia confesado llorando una noche.

— Déjame darte un consejo Lee — dijo la rubia frente a él mientras terminaba de abrocharle la casaca— Se muy bien que tienes miedo, pero solo debes pensar en un cosa

— ¿En cuál?

— Sobrevivir

[...]

No podía decir que se había acostumbrado al encierro que vivía en aquel lugar, pero le daba miedo el hecho de que quisieran sacarlo de ahí.

— ¿A dónde vamos? — la pregunta venía cargada de un miedo irracional y el tono quebradizo de su voz iba empeorando cada que hacía la misma pregunta una y otra vez.

El silencio del pelirrojo sólo lo ponía más nervioso.

 — ¿A dónde vamos? — volvió a preguntar
 
Sentado en el asiento del copiloto, sentía como se le retorcía el estómago por el frío del clima y por el miedo temblando sobre su piel, tenía el presentimiento de que algo malo estaba por suceder.

El tipo a un costado de él ni siquiera se movía, solo se podían ver sus ojos parpadear y el suave subir y bajar de su pecho al respirar. Lee entendió que no importara cuantas veces repitiera la misma pregunta, Gaara no iba a responderle. Se sentía muy asustado, quería saber a dónde lo llevaría y cuáles eran sus intenciones, no quería quedarse junto a Gaara pero tampoco quería morir.

La suave lluvia de alguna manera logró calmarlo un poco, pues esos suaves sollozos que soltaba al respirar fueron disminuyendo conforme avanzaban un poco más.
 
—Gaara 
 
No fue imaginación suya cuando reconoció aquellas dobladas calles, no estaba equivocado, Gaara lo estaba conduciendo a casa, en donde vivía con Gai y en la que muchas veces llegaron sus amigos y su tío Kakashi.
 
No faltaba mucho estaban a pocos metros de llegar a la casa de Rock Lee cuando Gaara se detuvo. 
 
 —Esa es mi casa — sin siquiera pensarlo, el anhelo de su alma fue la que lo hizo mencionar aquellas palabras.Gaara no dijo nada, estaba más serio que nunca — ¿Que hacemos aquí? ¿Me dejaras ir? 
 
 —Mira — le dijo haciendo un ademán con la mano para que Rock Lee se fijará en el auto que se acaba de estacionar frente a su casa. 
 
Del auto iba bajando Kakashi con un paraguas, y detrás de él, un Gai muy abatido y triste, aun a pesar de la lluvia se podía ver claramente que estaba llorando. 
 
Rock Lee intento bajarse del auto, pero Gaara le había puesto del seguro a todas las puertas 
 
 —¡PAPÁ! — gritó pidiendo ayuda 
 
Gaara lo tomo de la cintura y le cubrió la boca con la mano para que Rock Lee no siguiera haciendo más ruido y no intentará escapar. 
 
Quien pareció darse cuenta de todo fue Kakashi que a la distancia los observó y Rock Lee se sintió salvado en cuanto Kakashi fijo su mirada en él, pero el peli plata solo lo ignoró. Había abrazado a Gai pegándolo más a él debajo del paraguas y siguiendo el pequeño caminito a casa. 
 
Rock Lee pataleaba y trataba de gritar pero el agarre de Gaara era demasiado fuerte para él, el pequeño lloraba sin cesar sintiéndose traicionado por el que decía ser el mejor amigo de su papá, pues este lo había visto y no hizo nada para ayudarle. 
 
Nunca antes se había sentido tan débil, no había nada más para él.

Se rindió, Gaara lo soltó, el pelirrojo volvió sus manos al volante y empezó a conducir mientras pasaban frente a la casa de Rock Lee. 
 
Volvieron de camino al bosque, no había parado de llover y Rock Lee parecía estar sumido en una profunda tristeza y estado de Shock al recordar lo que Gaara le habia dicho y caer en cuenta que fue el mismo Kakashi quien pago para que se deshicieran de él
 
A Gaara le preocupó la aptitud de Lee, tanto que se detuvo en el camino. 
 
 — Lee 
 
El pequeño giro su rostro lleno de lágrimas para mirarlo.
 
 — No podrás volver con él — le dijo sin mirarlo a la cara.

Rock lee se llenó de furia y empezó a golpear a Gaara, le importaba un comino que el pelirrojo fuera más grande y más peligroso, ya no le importaba nada. Gaara lo detuvo tomándolo de las muñecas
 
 — ¡¿Porqué lo hiciste?! ¡¿Porqué?! ¡¿Que es lo que te hice?! — gritaba llorando y forcejeando con Gaara — ¡¿Porqué no me matas de una vez?! 
 
 — Lee cálmate ¡Ya basta! ¡Detente!
 
Estaba encima de Lee tomandolo duro de las muñecas y el pequeño se detuvo.
 
 — No puedo matarte
 
Gaara se sentía culpable por lo que le estaba haciendo a Rock Lee, pero no podía evitarlo, le gustaba tener a Rock Lee a su merced, le gustaba la idea de poder hacerlo suyo, pero también le atormentaba la idea de tener que matarlo. 
 
Rock Lee se sorprendió  cuando vio las lágrimas de Gaara, el pelirrojo parecía tener una gran confusión dentro de su cabeza, Lee podía verlo bien. 
 
 —Si tan solo no me hubieras curado la otra noche... Si tan solo me hubieras dejado herido
 
Rock Lee trataba de comprender lo que Gaara estaba diciendo.
 
 —Nadie te obligó hacerlo 
 
Era verdad, Lee sabia que eso era verdad, la noche en que empezó todo, aquel sujeto de rostro pintado solo le había preguntado si sabía curar heridas, nunca le dijo que lo mataría si no lo hiciera, lo había encerrado en el cuarto con Gaara, no tenía que curarlo pero aún así lo hizo, no podía dejar de ayudar a alguien que necesitaba ayuda, aunque ese alguien fuera Gaara. 
 
 — No puedo matarte Lee — le dijo soltando sus muñecas. Acercando lo a su cuerpo para envolverlo en un abrazo. Rock Lee podía escuchar los furiosos latidos del corazón de Gaara.  — No puedo — dijo abrazándolo con fuerza relajándose al instante.
 
Rock Lee sabía que Gaara no había recibido cariño y atención por nadie, la misma Temari se lo dijo. Así que el pequeño gesto que tuvo con Gaara lo había confundido. Todo era culpa suya. 
 
 — ¿Que pasará conmigo? 
 
— Yo te voy a cuidar, nos iremos lejos de aquí

"Sobrevivir" aquella palabra tomó fuerza dentro de su cabeza, Lo único que podía hacer era engañar al pelirrojo para su beneficio, no iba a volver a casa, pero tampoco quería vivir un infierno al lado de Gaara. 
 
Rock Lee no dijo nada, en ese instante se resignó a vivir a lado de Gaara, no podía escapar, y tampoco tenía a dónde ir, ya no tenía miedo porque sabía que Gaara no iba a lastimarlo, no podía hacerle daño.

Rock Lee apenas y correspondió al abrazo de Gaara, simplemente relajo un poco sus músculos debajo del abrazo de Gaara. El pelirrojo se separo un poco de Lee para poder observarlo mejor y este con su pequeña manito le acaricio el rostro y con voz suave y quebrada le dijo.
 
 — Yo seguiré curando tus heridas.
 

Curando Las Heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora