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Faltaban dos horas para que empezará su hora de trabajo, Horacio prometió pasar por él en el "aplasta problemas" así que se relajo, se puso su bata preparo café y salió a su patio trasero. Hacía buena mañana, el cálido sol se posaba sobre él calentandolo ligeramente. Soltó un suspiro, tomo si taza de café y fue a sentarse en una silla que había ahí.

Bebió con tranquilidad su café, escuchando diversas cosas, su vecino a lado gritaba porque su alarma no sonó y se le hacía tarde, su vecina del otro lado gritaba desesperada porque los niños aún no estaban listos y el inútil de su esposo no hacía nada como siempre. 

Sonrió divertido y se puso a pensar, eran esos los momentos en los que estaba solo y tranquilo en los que pensaba. ¿Algún día sentaría cabeza?

Aún recuerda cuando estaba en El Pueblo, su última ciudad donde estuvo y dónde solo por primera vez pensó en sentar cabeza con aquel Samur. Todo surgió por una absurda broma entre Horacio y él al llegar a la ciudad, pero salió mal y Gustabo salió lastimado pero aún así no dejaban de hacer el mongolo hasta que llegó el Samur, ese Alfa con aroma a tequila. Fue algo inesperado, ese día acabo detenido junto a otros chicos que conocio y fue a partir de hay que el Alfa se sentía cómodo junto al Omega, comenzaron a verse más seguido, Gustabo se metía en problemas para verlo, el Samur y él se metieron en un camino peligroso pero ambos acabaron locos el uno por el otro. Eran tal para cual.

Horacio se sentía orgulloso de que Gustabo estaba por fin formalizado con alguien, sin mencionar que le gustaba el Samur.

Lo único que faltaba en su gran relación era la Marca, pero Aiden quería que todo en ellos fuera real y que durará que no fuera un amorío pasajero como otras veces y Gustabo se esforzaba por ello. Pero al final...

- ¿Gustabo?

Gustabo se tiró el café encima al escuchar una vez detrás de él, se levantó y se dio vuelta.

- ¿Que hace aqui? - dijo molesto al ver cómo el super se reía.

- Lo siento no era mi intención reírme - sonrio el Alfa - Estuve casi 15 minutos en tu puerta pero no abrías y me llegó tu aroma - lo miro - Y aquí estás.

- Joder, avise que está aquí o que viene - suspiro Gustabo - A todo esto ¿Que hace aqui?

- Te dije que pasaría por ti en lo que tu auto salía del mecánico - suspiro.

- ¿Qué hora es?

- Ya casi son las 9:00.

- Joder...

¿Cómo demonios se pasó casi dos horas hundido en sus recuerdos?

Se levantó deprisa y entro a casa por la puerta trasera, el super lo siguió y vio como se metía a su habitación.

El super vio su casa, era chica pero lo suficientemente grande para el Omega. Tenía pocas fotos, la mayoría de Horacio y él, algunos otros que supone eran sus amigos, libros, películas nada interesante o fuera de lo normal.

Gustabo salía con su uniforme de subinspector cuando vio al Súper con una taza de café.

- ¿Ya desayunaste?

- Aún no - dijo Gustabo.

- Pues ¿Si quieres, podemos ir a desayunar algo? - sonrió el super.

Gustabo se dio cuenta de que el super soltaba su aroma, entendió lo que había dicho Horacio ayer, el super estaba actuando de manera protectora con él.

- Estaría bien - sonrio de lado Gustabo. Quería seguir con su juego de ayer pero recordar el pasado le hizo sentir melancólico. Cuando salió de casa vio llegar a Horacio - Mierda. Olvide que Horacio vendría por mi.

- Bueno, pues dile que deje el auto aquí... ¡¡Pero qué cojones haces subnormal!!

Horacio no freno a tiempo y chocó con el patrulla del super. Gustabo comenzo a reirse a carcajadas.

- ¡Anormal! Mira como dejaste mi patrulla.

- Hostia, lo siento super - dij Horacio bajando de su auto que tambien habia quedado chocado.

- Eres un puto anormal - Conway miraba su patrulla.

- ¿Es...Estas bien? - dijo Gustabo tratando de calmar su risa al ver a su compañero.

- Puto dolor de cuello que tengo, creo que me dañe super.

- ¡Mi patrulla anormal!

- Creo que su patrulla es mas importante que tú - solto Gustabo riendo.

- Y al final nos quedamos sin auto - se quejo Horacio masajeando su cuello - Llama a tu novio y que venga.

- Callate - susurro Gustabo pero los dos vieron que Conway estaba mas centrando en su patrulla que en lo que decial. Gustabo tomo su telefono y marco el numero de Armando.

- Gustabo, es muy temprano para que me llames ¿que ocurre?

- Hey, necesito de tu ayuda - suspiro - Horacio choco el patrulla del super frente a mi casa - escucho la risa de Armando del otro lado provocando su risa de nuevo.

- De seguro esta mas preocupado por su patrulla.

- Asi es - dijo riendo - ¿Crees poder hacerme ese favor?

- Para ti siempre chico - suspiro - Dame 20 minutos y llego.

- Vale gracias guapo.

Horacio miro con una sonrisa complice a Gustabo.

- No digas nada Horacio.

- No iba a decir algo - sonrio Horacio, Gustabo solto un poco de su aroma y Horacio lo sintio un poco amargo. Lo miro y se acerco - ¿Estas bien?

- Si ¿por que?

- Tu aroma es un poco amargo - Gustabo apreto su mandibula y bajo la mirada, su aroma se volvio aun mas amargo - ¿Que paso Gustabo?

- No paso nada...

Horacio vio que el super venia, asi que solto su aroma tratando de opacar el de Gustabo y asi evitar preguntas que no queria responder. Gustabo sintio el dulce aroma a melocoton y coco cubriendolo, miro a Horacio y este le regalo una sonrisa discreta.

- Super, creo que debo ir al hospital.

- Anormal ¿ya viste como esta mi patrulla? - Conway sintio el dulce aroma que soltaba Horacio - Deja de soltar tu aroma que no estoy de humor - suspiro - Hay que llamar a una grua.

- Ya lo hice - dijo Gustabo - Vienen en 20 minutos.

- Bien - Conway le disgusto que Gustabo haya llamado a la grua, seguramente vendria Armando.

 Pero algo que seguia molestandolo era porque Horacio no dejaba de soltar su aroma, opcaba por completo el dulce aroma a cereza de Gustabo... A menos que ese fuera su plan, entonces miro a Gustabo quien hace solo un par de minutos se estaba descojonando ahora estaba serio y su mirada estaba apagada. Asi que solto su aroma tratando de traerle buen humor. Gustabo sintio el aroma de Conway y eso le hizo sentir bien.

- Aqui Conway, necesito dos patrullas en mi 10-20.

- 10-4 Superintendente - respondio Greco.

- Super necesito ir al hospital - se quejo Horacio.

- Y quiero un puto EMS aqui tambien - gruño Conway.

Gustabo susupiro, lo que ahora menos queria era tener que estar rodeado de Alfas que estaban detras de él. Pocos minutos despues llego Armando con una sonrisa, lo que a Conway no le gusto y enseguida llegaron Greco y Volkov quienes lo miraron con una sonrisa a forma de saludo y tampoco tardo en llegar una ambulancia y en ella venia Claudio. 

Vaya dia empezaba a tener...


Sighs Cherry FlavorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora