Prólogo

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Estaba caminando con la comida para la noche y hacer una cena exquisita para esperar a Yunho, ya que no ha tenido descanso de su trabajo en mucho tiempo y quería tener una cena bonita con el.

Desde una distancia considerable, pude reconocer la llamativa cabellera de mi enamorado, así que me quise acercar para que fuéramos juntos al departamento que en aquel momento compartíamos. Cuando me acerqué lo suficientemente me di cuenta de que no estaba sólo.

Había una chica a su lado abrazándolo por su cintura y el en lugar de alejarla, la abrazaba por los hombros acercándola más a su cuerpo. Lo llamé por teléfono para confirmar si mis sospechas eran ciertas. El me contestó y me dijo «Estoy muy ocupado ahora con el trabajo. Mañana creo que llego temprano» y al mismo momento que colgué la llamada el guardo el teléfono y la chica lo que hizo fue darle un beso muy corto.

«¿Por qué me tiene que mentir?» dije en mis pensamientos guardando el celular en el bolsillo trasero de mi pantalón.

Al ver esa escena lo que hice fue caminar rápido hacia el departamento sin importarme chocar de vez en cuando con las demás personas y cuando eso pasaba pronuncaba simplemente "disculpa" en un tono de voz bajo.

Cuando llegué al departamento dejé las cosas en la isla de la cocina y me fui a la habitación. Solo pude llorar posteriormente de que mi cara tocó la suave almohada con la fragancia de mi shampoo.

Pensé que ya no era suficiente para el y por eso me había engañado. Pero en ese momento, lo único que quería era que me dijera la verdad, que me dijera que me era infiel para así poder confrontarlo y dejar todo de una buena vez.

No me quería ir hasta escuchar eso salir de su boca. Quería terminar todo, pero lo que más quería era que fuera sincero conmigo.

Decidí decirle a través de rosas amarillas que me dijera la verdad, simplemente como si fuera un regalo que en realidad era una súplica.

Rosas amarillas - Jeong Yunho ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora