Rosas amarillas - Jeong Yunho ✓

Última flor

Yunho faltaba de vez en cuando y con el paso de los días se fue haciendo más frecuente. Tenía la poca vergüenza a veces de llegar con chupetones en el cuello y decirme "Te amo" como si fuera lo suficientemente estúpida para creerle.

Era mi cumpleaños y estaba en un parque de atracciones con Wooyoung por decisión de él. Me la estaba pasando muy bien y su compañía era lo mejor que podía pedir ya que mis padres están en Busan y no pudieron venir pero aún así me llamaron para felicitarme.

Pasamos el día los dos juntos mientras pasebamos por varios lugares que a mí me encantaban.

Le dije que me acompañará a comprar un crisantemo amarillo y me dijo que si. Por último fuimos al apartamento y al pasar unos minutos escúchanos que alguien tocó la puerta.

Tenía la esperanza de que fuera Yunho, quería que viniera y al menos me dijera "Feliz cumpleaños" pero todas mis ilusiones se fueron al ver a Seonghwa y San entrar con una torta que decía "Happy birthday Rae Hee". Aún así no quité la sonrisa de mi boca.

—¡Feliz cumpleaños Heenie! —exclamaron los dos con emoción y sonrisas al mismo tiempo.

—Gracias —dije dándoles paso para que entrarán y ellos dejaron la torta en la isla de la cocina.

Luego empezaron a encender las velas para cantarme la canción de cumpleaños, mientras yo no sabía que mirar.

Al terminar de cantar hablaron un rato conmigo, pero como era domingo tenían que irse temprano. Wooyoung fue el último en irse, pero antes le pedí que si podía quedarme en su casa por algunas semanas, por razones las cuales ya sabía. Él me dijo que sí y que me esperaba en el auto mientras yo arreglaba la maleta.

Al terminar de arreglarlas escuché que alguien entraba a la casa. Sabía que era Yunho así que sería mejor salir rápido. Agarré las maletas y salí de la habitación encontrándome con mi novio intentando entrar.

—¿Para que estás sacando tus maletas? —me preguntó mientras las señalaba.

—Me voy, creo que es mejor terminar todo esto.

—¿Qué? ¿Por qué?

“¿Todavía me preguntas el porqué?”

—No creo que sea bueno continuar en una relación en la que solo una persona está enamorada... Y nosotros sabemos que la persona enamorada aquí soy yo —mis lágrimas empezaron a salir de mis ojos mientras empezaba a caminar con las maletas hacía la puerta.

—Pero yo te amo.

—¡No diga mentiras! ¿En serio cree que soy tan estúpida como para no darme cuenta de que me está engañando?

—Yo... Lo siento —dijo agachando la cabeza al estar delante de mi.

—Creo que esas disculpas llegaron muy tarde... No sabe el daño que me hacía al no llegar al apartamento. Al darme cuenta de que tenía chupetones en el cuello. Al darme cuenta de que otra chica había tomado un puesto en su corazón, echándome a mi de él. No sabe las lágrimas que derrame al necesitar de sus caricias y cariño.

—Yo lo lamento mucho. La dejaré y no volverá a suceder —empecé a notar como sus ojos se hacían más brillantes y como lágrimas salían de estos.

—Esto no va a volver a suceder porque yo no voy a dejar que me lo vuelva a hacer. No sabe cuánto odio amarlo.

—No te vayas por favor. Déjame intentarlo otra vez.

—No es bueno para ninguno de los dos y lo sabemos muy bien... Toma —dije dándole el crisantemo que había comprado— ¿Sabe que significa? Significa un amor desdeñado, menospreciado, como el nuestro ¿Sabe que significan las rosas amarillas? Infidelidad... Con las rosas le pedía que me dijera la verdad, pero parece que solo lo entendí yo.

—Yo sé que lo que hice fue horrible, pero te puedo asegurar que si me das una segunda oportunidad no lo voy a hacer.

—No tiene caso que sigamos con una relación si ya se dio cuenta de que no está completo conmigo... —Empecé a abrir la puerta y sacar las maletas— Hoy pasé un feliz cumpleaños. Gracias por llegar antes de que se acabara.

Dejé el apartamento con mis palabras en el aire y las lágrimas volviendo a mis ojos y manteniéndose en los de Yunho. Wooyoung me ayudó a subir las maletas a su auto y nos fuimos a su apartamento.
El estuvo conmigo toda la noche, consolándome mientras lloraba por alguien que me había hecho mucho daño.

Al menos me pude dar un buen regalo de cumpleaños a mi misma dejando a Yunho.