Siempre hay flores por todos lados,

141 16 1
                                    

Después de aquella noche ambos chicos habían decidido ser algo más que amigos, y al parecer así había sido para los siete; MinGi y HongJoong, YeoSang y SeongHwa y muy extrañamente, YunHo, San y WooYoung, todos habían terminado juntos de alguna manera, pero nadie lo hacía oficial, quizá esperaban a que cualquiera de sus otros amigos tomara la iniciativa, para así poder todos soltar la noticia de una. Pero aún no era tan fácil para ninguno de los siete.

Durante mucho tiempo SeongHwa se sentía mal por su difunto esposo, creía que su luto no había durado lo suficiente. Pero JongHo no le daba indicios de que lo que estaba haciendo era algo malo.

Ese día YeoSang había salido temprano de su escuela, pasaría por el estudio de sus amigos, les llevaría un poco de comida, y si corría con buena suerte, podría tener una cita con SeongHwa. Últimamente en eso se basaban sus días, salía de la escuela, iba al estudio y regresaba a casa con Hwa. Algunas veces HongJoong les acompañaba, ya que su pequeña oficina, no quedaba muy lejos de la casa del menor. Las vidas de todos habían cambiado.

YeoSang en su camino al estudio compró un poco de jjajangmyon, pollo frito, algunas bebidas y unos cuantos snacks. Cuando llegó a su destino ambos chicos dejaron lo que estaban haciendo y corrieron en su ayuda, pues pensaban que la comida podría caerse y desperdiciarse, eso era lo que menos querían.

Todos comieron de forma tranquila, después continuaron con su trabajo, Yeo les ayudaba en lo que podía, quería que su amigo y amante crecieran pronto, y si bien, habían conseguido aquel pequeño estante en la tienda donde YunHo trabajaba y sus ventas habían aumentado un poco, aun les faltaba camino por recorrer.

Ese día no hubo cita para Yeo, pero tuvo a SeongHwa dormido en su cama, ya que Joong había pasado la noche en casa.

El día siguiente era sábado ninguno de los dos chicos tenía nada que hacer.

El primero en despertar fue SeongHwa, sintió que unos delgados brazos se aferraban a su cuerpo buscando el calor corporal, quería girarse para ver el rostro del dormido chico que se encontraba tras de él, mas no quería despertarlo.

Un estrepitoso ruido proveniente del cuarto vecino le hizo levantarse casi de un brinco y más porque no recordaba la presencia de HongJoong en casa, pero ni siquiera ese golpe en seco hizo que YeoSang moviera un solo dedo, el mayor creía que se encontraba cansado, le dejó estar y fue a revisar el alboroto que Joong había ocasionado. Al llegar al lugar del suceso, se dio cuenta de que su amigo se había caído de la cama, pero seguía dormido, no quiso molestarlo ya que pronto se despertaría, fuera por lo frio del piso o por hambre. Salió del cuarto intentando no hacer mucho ruido y se dirigió a la cocina, quizá era hora de empezar a hacer el desayuno.

Hizo una porción de bibimbap para cada uno, preparó también algunas tazas para café y las sirvió. Esperaba que ambos chicos no tardaran demasiado como para que su almuerzo se encontrara frio, y mientras le daba un sorbo a aquella taza de café, apareció un soñoliento YeoSang, con sus cabellos despeinados, tallándose sus ojitos y una sudadera que pertenecía a SeongHwa que le quedaba un poco grande.

—¿Descansaste? —Fue lo primero que el mayor preguntó al verlo entrar a la cocina, el otro se limitó a asentir con su cabeza y sentarse a esperar a que HongJoong apareciera.

No importaba cuántos estuvieran en casa o en algún otro lado, siempre tenían que comer juntos, no debían dejar a nadie solo, era su regla no escrita a la hora de comer.

Quizá pasados cerca de diez minutos apareció HongJoong, con su cara un poco hinchada, y su cabello también despeinado. Cuando los tres estuvieron juntos, agradecieron la comida y empezaron su tarea con ella. Normalmente los desayunos eran muy silenciosos, no tenían mucho de qué hablar y tampoco era como que su cerebro les funcionase al cien por ciento como para enlazar ideas coherentes. Al terminar cada quien limpio su plato, arreglaron sus camas, Joong se despidió de ellos, les agradeció y se fue, quedando finalmente a Hwa y Sang solos.

𝘪𝘧 𝘸𝘪𝘵𝘩𝘰𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora