Hojas de Otoño (camren)

Capítulo 21

En el nombre del amor
(Lauren point of view)

Desde que dormía en la cama de Camila esta nunca se había sentido tan pequeña como ahora que sus besos iban y venían de un lugar a otro haciendome cerrar mis ojos para perderme simplemente en el momento. Nada importaba, solo ella, yo y lo que sentíamos, tan solo los latidos combinados de nuestros corazones como un trueno. Dábamos vueltas en la cama una y otra vez, nos tocábamos la piel, nos apretabamos, nos abrazabamos, nos sentíamos, nos descubríamos, no dudaba de lo que quería, no dudaba de a quién quería y menos cuando utilizaba ese tipo de ropa interior, Camila podía volverme loca si quería y lo peor es que yo sabía que no estaba consciente de eso.
Me encantaba como le quedaba esa ropa interior roja de encaje, la hacía lucir sexy, ese color gritaba pasión, la misma que se hallaba en sus profundos ojos marrones, podía hacerme temblar. Era una Diosa latina, su piel morena, su cabello castaños, sus ojos marrones, su pequeña nariz y sus labios gruesos podía perderme en su cuerpo y volver a encontrarme. Quería estar con ella, necesitaba estar con ella, quería hacerla mía, lo necesitaba.

La tenía encima de mi en ese momento, su lengua se enredaba con la mía mientras mis manos se deslizaban sin prisa por todo su cuerpo, sus brazos, su espalda, bajando lentamente hasta el comienzo de sus nalgas donde las detuve tentandola porque sabía que le excitaba que se las apretara, igual que a mi, me gustaban, estaba bendecida con todo su cuerpo, pero específicamente en aquella parte.

" Laur... " Me susurró con su voz un poco ronca, sonreí conociendo lo que quería " ¿Por qué no bajas más? " Me provocó restregando su parte céntrica muy suavemente con la mía, haciendome suspirar, había caído en mi propio juego.

Bajé suavemente mis manos hasta atrapar cada una en ellas, bueno, lo que alcanzaba. La sentí sonreír entre el beso, estaba satisfecha. Le apreté las nalgas utilizándolas como apoyo para frotarla contra mi. La miré fijamente encantada cuando separó sus labios de los míos para cerrar sus ojos y jadear antes de recostar su frente encima de la mía.

Quería más.

Nos senté esta vez y mirándola fijamente le quité un mechón de la cara repartiendo besos suaves desde su hombro hasta su clavícula la que besé suavemente sintiendo sus manos enredarse en mis cabellos, veía su abdomen subiendo y bajando constantemente.

" Te quiero desnudar... " Confesé por lo bajo, sintiendo su respiración errática.

" Hazlo. " Ella me pidió temblorosa.
Yo nunca había hecho el amor antes y mucho menos con una mujer, pero supongo que lo único que puedo hacer es guiarme con los latidos de mi corazón.

Tomé confianza al subir las manos lentamente por su espalda y al encontrar el broche de aquella sexy ropa interior, se la quité mirando como me miraba a los ojos que brillaban de una manera increíble aquella tarde, me decían tantas cosas, nunca se había entregado a nadie la forma en la que lo estaba haciendo conmigo y yo lo sabía. Mire su pecho ahora completamente desnudo y como la primera vez que la vi desnuda mi respiración se atoró en mi garganta, podría describir su cuerpo perfectamente, sus pechos eran hermosos, pequeños, pero llenos, firmes con sus pezones erguidos, ya los había mirado antes, pero ahora estaban ahí solo para mi. Estaba sin palabras, deslumbrada, solo pegué su pecho a mi dando un suave beso en el centro de su pecho escuchándola jadear mientras corría un camino de besos hacia su cuello el que comencé a besar sintiendo sus manos apretarme los hombros. Pasé mis manos lentamente por su cuerpo, apretando sus pechos escuchando su respiración errática, los apreté con suavidad, sin lastimar, en un ritmo suave tratando de satisfacerla, sabía que le gustaba la forma en la que lo hacía porque los suspiros de sus labios me lo dejaban saber.