Capítulo 13

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Anormalidades
(Camila point of view)
21 de Octubre 1983
Kesington and Chelsea

Comencé a despertarme cuando sentí la mano de Lauren enredándose suavemente por mi cabello, sonreí levemente y traté de abrazarla pero abrí los ojos a notar que ella no se encontraba en la cama, si no, a un lado arrodillada en el suelo. Supe que llevaba rato despierta porque estaba bañada y vestida llevando incluso su abrigo. Ella me miraba con aquellos ojos suyos que tanto me gustaban, incluso me gustaban cuando me miraba de aquella manera indiferente suya que te hacía preguntarte que qué pasaba por su cabeza y si era bueno o era malo, así como justo ahora, no lo sabía pero prefería no arruinarlo preguntándole nada, solo dejarme llevar por sus caricias. Yo le sonreí suavemente y ella no me correspondió solo siguió tocándome cariñosamente.

" ¿Por qué no me despertaste? " Le pregunté antes de tomar su mano para darle un suave beso. " Quería hacerte el desayuno. "

" Porque no quise, ayer tuvimos un día largo. " Me contestó volviendo a acariciarme. " Debo irme... " Me dijo y yo suspiré tirando de su cabeza hacia mi desde su nuca para así poder juntar su frente con la mía.

" No quiero que te vayas... " Admití besándole suavemente el cuello porque me encantaba sentir su piel erizándose, su cuerpo agitarse, sus manos apretarme, como apretaron mi cabello en aquel momento haciéndome sonreír. Si Lauren fuese mi novia, todo fuera perfecto.

" Lo sé... " Susurró ella mientras yo me levantaba para ponerme de pie. " Pero pasado mañana es la competencia. " Me recordó y yo asentí levemente. " Y tú tienes que trabajar. " Volví a asentir suspirando porque si fuera por mí me quedara todo el día con ella.

" ¿Y Leal? " Le pregunté mirando su cama vacía.

" Está desayunando, les di de comer a él y a Kano. " Me contestó haciéndome sonreír suavemente, que perfecta.
Pero algo se sentía extraño porque desde que me despertó no había visto ni si quiera una sola sonrisa en ella.

" Me lavaré los dientes y te haré un café, ¿vale? No te vayas aún. " Le pedí mirándola suspirar.

" Debo practicar a las 10 de la mañana. " Me dijo y yo asentí.

" Genial, porque mi despertador dice las 7. " Le sonreí mirándola asentir antes de simplemente salir con dirección a la cocina.

¿Qué tendrá? ¿Fue lo de anoche? Era lo que estaba pensando algo frustrada y confundida mientras me dirigía al baño y comenzaba a lavarme los dientes. ¿Qué le había incomodado? Si ella misma me había tocado de aquella manera el domingo pasado en su casa, quizás era el hecho de que se me escapó decirle que me gustaba, bueno, no se lo dije directamente pero era muy fácil entenderlo, ¿estaba molesta por eso? Algo dentro de mí me dolía con tan solo pensar en eso.

Cuando salí Laur se encontraba con Leal encima de sus piernas en el sofá mientras veía algún show en la televisión, sinceramente la visión me hizo sonreír demasiado. Me acerqué a la cocina y encendí la cafetera echando dos cucharadas de café y el agua suficiente para que esta comenzara a trabajar, esperé un ratito mientras me ataba el cabello en una coleta alta y miré un tanto confundida un bicarbonato de sodio sobre la encimera, obviamente había sido Lolo, ¿era que sentía mal y por eso estaba así? Seguramente tanta comida chatarra que comimos ayer le había dado nauseas, ¿Por qué no me lo había dicho?

Cuando el café estuvo listo saqué dos tazas colocando una cucharada de azúcar en la suya y tres en la mía para luego dirigirme hacia el sofá en donde Lauren se encontraba sentada, sonreí cuando Leal se bajó de sus piernas para ir a su comedero y le agradecí mentalmente antes de sentarme en una de las piernas de la mayor dándole su taza de café mientras observaba como sus ojos parecían grises además de que no podía creer que no había notado las ojeras debajo de ellos. " ¿Estás bien bonita? " Le pregunté tomando su barbilla y subiéndola levemente para que me mirase y ella solo estaba mirando fijamente algún lugar en mi, pero no eran mis ojos, eran como mis labios o bajo ellos no lo sé. " Lauren. " La llamé algo preocupada observándola tragar saliva mientras veía como esta vez sus ojos si se dirigían a los míos algo brillosos. Pero me sorprendí cuando ella no me respondió simplemente dejó la taza en el suelo y me acercó muchísimo más a ella abrazándome de una forma extraña, iba a decir algo pero solo me mordí los labios cuando los suyos comenzaron a darme besos en el cuello.

Hojas de Otoño (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora