Victima Del Amor

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Pasaron algunas horas, me encontraba en la sala pensando en todo lo que me había dicho Ashley, como una chica como yo, puede ser tan importante para ellos, solo soy diferente a las demás personas. Justin, ese nombre se me vino a la mente. Estaba enojado con él. Piensa que soy una niña. Puedo determinar todo ya estoy grande. Su nombre se me vino a la mente por la discusión que tenia con mi hermano en la cocina.

Peleaban a gritos casi por 30 minutos, las ultimas palabras fueron de Justin: “La voy a proteger, lo prometo” Segundos después Daimond salió enojado y se fue arriba. Un suspiro abundo la cocina y por fin salió Justin se veía cansado, se agarraba de los muebles y muros para sostenerse.

-Justin? –me levante cuidadosamente-

-el solo agacho la cabeza- Lo siento Madisson, no fue mi intención tratarte como lo hice esta mañana! –intento sentarse-

-Tranquilo Justin, no… no fue tu intención, pienso yo –rasque mi cabeza nerviosa-

-Perdóname! –la miro-

-Esta bien, esta bien! –le acaricie su espalda-

-Después de casi 97 años estoy cansado –intento sonreír-

-Sonreí- Lo noto!

-un molesto grito de mi hermano sono arriba- MADISSON ALISTATE TIENES QUE SALIR CON ASHLEY!!!

-tape mis oídos- Que gritón que es! –Cerré mis ojos-

-rio- Ya estoy acostumbrado –dijo justin- El quiere que te distraigas un rato! Pero igual tengo que estar contigo!

-Justin, por favor por lo menos a distancia! Ok? –lo mire desesperada-

-Esta bien a distancia! –Dio una dulce sonrisa-

-Iré a alistarme –me levante y subí a mi habitación-

Corriendo me dirigí al cuarto de baño, rápidamente me despojé de mi ropa antes de entrar en el agua caliente debajo de la ducha y dejé que las gotas de agua cubrieran todo mi cuerpo, para relajarme.

 Después de darme una ducha, rodeé mi cuerpo con una toalla y fui a mi closet. Empujando toda mi ropa en el armario, hacia un lado. No podía creer que no tuviera nada de ropa que ponerme para lucir una pizca de atractiva. Al fin encontré algo presentable.

Rápidamente tiré la toalla al suelo, me vestí con mi sujetador y mi ropa interior antes de ponerme sobre mi cuerpo los pantalones ajustados, la camiseta y la chaqueta de cuero. Me puse un par de calcetines antes de ponerme mis converse negras y blancas. Me puse muy poco maquillaje y me hice una trenza francesa como peinado.

Baje las escaleras cuidadosamente y mire a Ashley, esta muy linda una camisa negra de tirantes un jeans y unas sandalias muy lindas. Tenia su pelo suelto, se veía muy guapa.

-¿Lista? –sonrió tierna-

-¡lista! –Sonreí y abrí la puerta-

Salimos a tomar aire fresco los pinos se movía y su agradable olor llegaba a mi nariz, podía ver las partículas que componía toda si yo quería, era genial vampiro. Olía todo exageradamente todo.

-Es impresionante no? –dijo Ashley mirándome-

-¡Por supuesto! –Me detuve en ese momento y toque mi cuello-

-Madisson?- dijo Ashley seria-

No se porque, ni siquiera lo podía explicar la razón por la que me sentía así. Sentía como si estuviera mas de 2 meses en el desierto sin agua. Cerré mis ojos muy fuertes, un exquisito olor me atraía a unos 300 metros de donde estábamos.

Después de unos momentos de silencio, abrí mis ojos estaban totalmente rojos. Voltee hacia la derecha y empecé a correr era demasiada rápida, escuchaba los profundos gritos de Ashley pronunciando mi nombre después de unos segundos de una rápida carrera donde ese olor choque con algo muy brusco, cai al suelo y lo mire.

-Apártate Justin! –me levante rápidamente-

-Madisson cálmate! –dijo el poniéndose en posición de amenaza-

-Que me calme!? COMO!! –le grite y lo empuje contra un árbol-

Corría lo mas que podía una familia estaba ahí creo que de campamento me escondí entre las rocas y arbustos que estaban ahí. 2 niños un hombre y una mujer. Su sangre al fin entendía. Me acerque un poco a ellos.

-Oh hola querida? Que? Que haces? –Pregunto la mujer-

-Estoy perdida! –Mentí, era otra yo, me sentía malvada sin alma, peligrosa, esa era la palabra-

-Oh enserio? Como te llamas? –dijo ella con una sonrisa-

-Me llamo Carly!-sonrei-

-Y tienes hambre estamos cocinando! –sonrió-

-me agarre de un árbol y tape mi boca mis ojos estaban normales- No gracias creo que se como volver! Gracias! –intente sonreír y me corriendo de ahí-

-Como pude hacer eso estuve casi a punto de matar a unas personas. –decía mientras caminaba hacia mi casa-

Pocos minutos habían pasado y mis pies estaban doliéndome como nunca. Podía ver mi casa a unos kilómetros de donde estaba, era de noche creo que calculo 8:00 de la noche por ahí. Caminaba sin temor claro algunos horribles y escalofriantes sonidos abundaban mi cabeza. Si antes tenia miedo pues ahora estoy aterrorizada. Llegue a mi casa, no había nadie abajo peor se escuchaban los pasos arriba. Margot una sirvienta de la casa tenia un recipiente lleno de agua con sangre.

Me preocupe señoras entraban y salían entraban y salían. Me escondí en un muro y mire un poco, en eso salió Daimond.

-Madisson –dijo casi en un murmuro y fue abrazarme- Te encuentras bien, no hagas eso de nuevo! –dijo serio-

-Estoy bien pero ¿que paso? –dije tensa-

-Es Justin, sin querer lo golpeaste contra un árbol fuertemente. Los lobos aprovecharon para atacarlo –rasco su cabeza-

-Que? –tape mi boca con miedo- Necesito verlo y que todos salgan –empecé a caminar hacia aquella habitación, cuanto más lo pienso, mas creo que mi vida esta resultando ser una maldita masacre. Cuando entre les dije a todos que se fueran cerré la puerta y lo mire, sus ojos color miel estaban cerrados y sus labios no se movían su cabeza descansaba hacia la derecha. Creo que me enamore de mi protector.

Promesa de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora