Capítulo 7: Primer día de clases, segundo desastre.
Allison POV.
Uniformes.
Una palabra, nueve letras y un odio eterno.
¿Por qué razón en el mundo no pueden dejarnos vestir como se nos dé la gana?.
Como si el hecho de utilizar uniformes nos fuera a hacer más intelectuales, más correctos y más lo que se espera de nosotros pero no lo que en realidad deseamos ser.
Y una mierda.
En poco menos de una hora iniciaba oficialmente nuestro primer día de clases en este sitio, justo ahora estaba en la habitación que compartía con Naia y Eileen observando con desagrado el uniforme que se encontraba sobre mi cama y que tendría que utilizar por los próximos 10 meses.
Si no es que nos expulsan antes.
Tenía que admitir que el conjunto no estaba tan mal. Consistía en una blusa blanca con mangas y botones del mismo tono muy similar a una camisa, una falda negra a cuadros rojos plisada que debía de quedarme sobre las rodillas, una corbata a cuadros como la falda y un saco negro con mangas tres cuartos. Lo único bueno era que nos dejaban utilizar los zapatos y medias que quisiéramos.
-Anda ya Allison, que sigas viendo el uniforme con odio no hará que desaparezca. Vístete y vamos a desayunar.- Eileen, que estaba sentada sobre su cama, me miraba a través del espejo de mano que sostenía mientras aplicaba rubor sobre sus mejillas.
Ya estaba vestida y el uniforme le quedaba tan bien que me daban ganas de maldecir a mis padres por no darme buenos genes como a mi hermana pues sin necesidad de colocarme el uniforme sabía que mientras a Eileen la falda le abrazaba la cintura haciéndola lucir una diosa con esas curvas que cualquier chica mataría por tener a mi debía de quedarme mas bien como si cubrieras una tabla con un pedazo de tela.
Triste pero cierto.
-Odio los uniformes.- Repetí la frase que ya debía de haber dicho más de un centenar de veces desde que Marie nos había informado de su existencia.
-Y yo odio que Shawn Mendes no sea mi novio pero no me ves quejandome por eso a cada segundo.- Pude ver a través del espejo como rodaba sus ojos mientras dejaba el rubor de lado para colocarse labial.
-Allison, por favor, vístete. Es tarde y nos quedaremos sin desayunar.- Naia me sonrió dejando de guardar cosas en su bolsa por un instante. -Es lunes y los lunes siempre hacen unas panquecas para morirse, no querrás perdertelas.-
Joder, solo han pasado dos días y ya me conoce tan bien.
Bueno, todo sea por la comida.
Unos minutos más tardes ya estaba vestida. Había decido colocarme unos botines militares negros y unas calsetas que no sobresalieran de estos. Mi pelo rubio tan lacio como siempre lo dejé suelto y aunque Eileen casi me suplicaba para que, según ella, le diera un poco de color a mi rostro decidí no colocarme nada de maquillaje.
-¡Sólo un poco de labial Allison!. ¿Es mucho pedir?.-
-Que no Eileen, es muy temprano y a penas tengo ganas de vivir.-
-Pero...-
-Ya deja el tema Eileen, ya ella dijo que no.- Intervino Naia antes de que Eileen volviera a replicar. -Vamos a desayunar.- Ví como Eileen murmuraba cosas entre dientes dándole una mirada no tan amable a Naia y se colgaba su pequeña mochila sobre el hombro antes de salir de primera.
Tomé la bolsa junto a mi cama en la que ayer había guardado algunas cosas como libretas, lápices y demás que necesitaría en el día.
-El saco, Allison, te falta colocarte el saco.- Solté un suspiro, exasperada, dejando la bolsa sobre mi cama para colocarme el dichoso saco que había escondido tras mi almohada.
ESTÁS LEYENDO
Instituto de ¿bromas?
Teen FictionDespués de una última broma que colma la paciencia de sus padres, las hermanas Allison y Addison Grahams son enviadas al Instituto Roosevelt en Florida con el propósito de "aprender a comportarse como chicas de la alta sociedad". Solo dos días despu...