Capítulo 4.

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Jin:

El corazón me corre frenético, su cercanía me tiene mal. Se queja un poco mientras duerme, y pasa un brazo sobre mi torpemente, golpeando mi rostro entre el movimiento.

Me siento acorralado, nervioso ahora ante ella, tal vez debí voltearme una vez ella lo hizo.

"Besala" Mi subconsciente grita.

"Eso sería raro" Contesta otra parte de mi.

Comienza a abrir los ojos y yo cierro los miso rápidamente para que no se de cuenta de que la estaba observando.

—mmm?–Se queja y siento como quita su brazo de encima mío.– Jin...–Me llama.

—¿Que?–Finjo estar medio dormido.

—¿Porque no me despertaste?–Abro los ojos y ella se talla estos con las manos.

—Pense que estabas fingiendo y jugué a hacer lo mismo pero también termine dormido.–Pongo mis manos bajo mi rostro, ella hace lo mismo, aún seguimos frente a frente.

—Que tontos.–Se ríe.

—Pero...¿Porque te alejaste?–Tomo su brazo y lo paso sobre mi.

—¿Que...que haces?– Frunce el ceño.

—Tengo frío, y tú estás calentita.–Paso un brazo ahora encima de ella.

—Para eso te di las frazadas.– La jalo a mi pecho y ella solo se queja algo molesta.

—Me recuerdas al gato de mi abuela, cuando teníamos frío por las noches nos llevábamos al gato para que nos calentará.–Trata de zafarse.–Si, eres un gato, igual de inquieta.– Me suelto a reír mientras ella trata de que la suelte haciéndome cosquillas.

—Ya, anda sueltame.–Sigue haciendo intentos por escapar de mi.
Entre los forcejeos, termino encima de ella, sosteniendo sus muñecas mientras ella tiene cabello por todo el rostro.

Guardamos silencio mientras ambos nos vemos, las polillas vuelven a levantarse dentro de mi, revoloteando como locas, siento huracanes dentro de mi también.

La sangre hierve en mi cuerpo, temo que ella pueda ver mi rostro rojo y escuché a mi corazón bombeando sangre como si de un maratón se tratara.

—Jin...–Dice casi en un susurro, tragó saliva.

—T/n...–Trago saliva, ella respira hondo y cierra los ojos lentamente.

¿Me está invitando a seguir?
Comienzo acercarme a su rostro lentamente, mientras veo sus labios rojos entre abiertos y sus grandes pestañas, como si se tratara de las alas de mariposas posadas sobre la flor más bella del jardín.

Rozo su labios con los míos mientras cierro los ojos.

🎶 Ring, Ring🎶

Suena mi teléfono que está aun lado de mi. Me detengo y ella abre los ojos, inmediatamente me quitó de encima y ella se levanta.

—Lo mejor será que me vaya a dormir, buenas noches Jin, mañana tienes trabajo.–Muerde sus labios y se va caminando rápidamente a su habitación.

Me quedo quieto en mi lugar mientras trato de asimilar lo que estaba apunto de suceder

Eso quiere decir... ¿¡Mis sentimientos pueden ser correspondidos?!

En este momento quiero gritar de alegría y saltar sobre el sofá, pero también maldigo a quien quiera que sea que llamaba a mi celular.

T/n:

Jin se había ido temprano, dejando un mensaje en mi teléfono, y limpiando el lugar donde había dormido.

En estos momentos no se cómo sentirme al respecto, o si tendré la suficiente valentía para ir a el café y verlo en el mostrador.

Así que lleno un termo de café hecho en casa y le pongo tapa para irme a la universidad.

Tal vez si le cuento a Young, ella pueda darme la confianza para ver a Jin a la cara otra vez.
Tomo el autobus directo a la universidad, está será la primera vez que llegaré aún más temprano a clases.

Jin:

El reloj de pared marca las 10 de la mañana, evidentemente ella no vendrá.

Suspiro desganado mientras me siento en la banca de el mostrador.

—¿Cómo te la pasaste con la chica?–Jimin sonríe mientras se sienta a un lado mío.

—No me molestes mas con eso.– Le golpeó el brazo despacio.

—Anda, conmigo no tienes que fingir.– Apoya sus codos en el mostrador.— ¿T/n, verdad? –Asiento.

—Bien, fuimos al karaoke.

—¿Y cuando piensas decirle que te gusta?

—Ayer casi nos besamos.– Jimin me ve asombrado.

—¿Y que paso?– Este hombre a veces es tan entrometido, me río un poco.

—Llamaste a mi teléfono e interrumpiste.

—Ohhh.– Se pone de pie.– No fue mi intención.

—Tranquilo.– Sonrió.– Creo que no debí acercarme, no ha venido hoy.

—Tal vez ella también está asimilando que te iba a besar.

—¿Cómo estuvo la fiesta?

—Asombrosa, de hecho aún me duele la cabeza, hubo demasiada cerveza.– Se ríe.

—No me hablen de cerveza por favor.– Se sienta enfrente Hoseok con unas gafas negras y una bolsa de hielo en su cabeza.– No aguanto la resaca, hoy el solecito no está brillando tanto amigos.–Jimin y yo nos reímos.

—Exagerado, no tomaste tanto como Jungkook. El niño tomo tanto que no sentía el agua helada de la ducha.

–Ah, Jin, una chica quiere conocerte.– Hoseok sonríe.

—Oh, no, ya habíamos hablado sobre conseguirme citas.

—Pero es bastante linda, dice que te ha visto muchas veces aquí en la cafetería, pero que le daba mucha pena hablarte.

—No estoy interesado.–Como una gomita de la bolsa que tengo en las manos.

—Que pesimista a veces eres.– Dice reprochandome.

—Mejor consígueme a mi una cita.– Jimin aplaude.

—Ummm ¿Y si mejor también te le declaras a la chica de la floristería?–Jimin se sonroja.

—Creo que aún hay platos sucios, nos vemos más tarde.– Se levanta y huye.

—¡Cobarde!–Hoseok lo sigue.

Me levanto y me voy a mi lugar.

Este será un día muy largo.

Un café para llevar | Caramelo Macchiato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora